Una de las herramientas más útiles son las etiquetas colgantes o etiquetas de cartón que van colocadas en la mayor parte de los productos que se consumen a diario.

Cualquier empresa que comience a levantar el vuelo debe establecer una marca que la diferencia notablemente del resto de sus competidores de cara a los futuros consumidores. Esto no es un logo, sino la forma en la que los demás piensan sobre la marca y cómo la empresa se muestra al público. Por este motivo, es indispensable construir una marca que refleje los valores impuestos por la compañía y satisfaga las expectativas del público al que va dirigido. Es aquí donde entra el branding, o lo que es lo mismo, el proceso de construir una marca y gestionarla. Porque para consolidarse en el sector elegido es precioso gestionar todos los aspectos de la marca.

De esta manera, será más fácil dictaminar cuáles son los puntos claves en los que centrarse y empezar a desarrollarlos. Asimismo, el branding facilita el posicionamiento de la marca en el marco empresarial a través de la configuración de los atributos y valores de la misma. Para ello, es preciso diseñar una estrategia de marketing que ponga a la empresa en el ojo de los consumidores. Y es que hoy en día no es suficiente con ofrecer un buen producto, sino captar la atención de los compradores. Una de las herramientas más útiles son las etiquetas colgantes o etiquetas de cartón que van colocadas en la mayor parte de los productos que se consumen a diario.

Por qué elegir etiquetas colgantes personalizadas

En la mayoría de las ocasiones, asociamos una marca a un tipo de etiqueta o packaging (embalaje) que la diferencia del resto. El que estas sean lo más originales y llamativas posible harán que la atención del consumidor se centre en ella, influyendo notablemente en la decisión de estos. Sin ir más lejos, un estudio realizado por el comparador de seguros Acierto.com constata que tres de cada cinco españoles acaban decantándose por un producto debido a su estética. Este es el principal motivo de su elección, pues son perfectas para transmitir el concepto y la imagen que la empresa quiera ofrecer, ayudando de ese modo a la creación de la marca.

Lo más interesante de estas es que son totalmente personalizables, pudiendo por tanto plasmar en ellas cualquier diseño o logo. Además, hoy en día casi todas las imprentas dedicadas a las etiquetas colgantes cuentan con formas de lo más variadas para tener un mayor número de opciones a elegir. Es más, es posible apostar también por etiquetas a medida si se busca crear una etiqueta única y totalmente original que refleje la personalidad de la empresa. Por supuesto, estas no están limitadas únicamente a la ropa, aunque su uso se haya extendido de forma notable entre este tipo de marcas, sino que pueden adherirse a cualquier artículo del mercado.

Una etiqueta colgante de cartón es, al fin y al cabo, una pieza clave en la estrategia de marketing y branding para la creación de la marca, realzando el valor de cada uno de los productos. Lo más habitual, es que estas se realicen con materiales de gran calidad para generar una sensación de credibilidad en el público, ya que un etiquetado en mal estado solo dará lugar a que el cliente no desarrolle la suficiente confianza en la empresa para adquirir los servicios o productos que esta ofrezca. Del mismo modo, son especialmente útiles al ser un recordatorio constante de la marca, por eso la información o el diseño impreso en él adquiere un gran valor comercial.

Qué debe contener una etiqueta colgante personalizada

Como se ha mencionado anteriormente, lo principal es seleccionar el material con el que estas van a hacerse. Es conveniente invertir económicamente un poco más para obtener un cartón de calidad. Asimismo, una vez de acuerdo con el tipo de material escogido y la forma en que estas irán a imprimirse, es el momento de decidir cuál va a ser la información que será incluida en las etiquetas. Lo más habitual es proporcionar todos los detalles relevantes a lo qué es la marca y el estilo de la empresa. Por ejemplo, viene siendo muy común que por uno de los lados se plasme el logo de la compañía y, por el otro toda la información acerca de las tallas (en caso de ropa), precio y materiales con los que el producto está fabricado.

Sin embargo, son muchas las que apuestan por repartir esta carta de presentación en dos. De esta forma, al dejar el logo de la empresa en solitario captará en mayor medida la atención de los consumidores. Eso sí, una característica que presentan todas las etiquetas colgantes es un pequeño agujero en la parte superior en el centro o los extremos para sujetar estas al producto en cuestión, ya sea con un pequeño cordel o una cinta. Por último, los acabados también repercutirán de forma directa en la atención del público, por lo que estos deben ser profesionales y uniformes para cumplir con las exigencias y la calidad requeridos.