Imagen de un mosquito.

Los mosquitos se pueden convertir en una auténtica molestia, sobre todo, en verano cuando, debido al aumento de las temperaturas, aumenta su presencia en el hogar.

Debido a esto, durante esta época del año, aumentan las compras de productos antimosquitos, tales como velas, lámparas eléctricas, mosquiteras, repelentes corporales etc. Sin embargo, la Organización de Consumidores y Usuarios advierte de que no todos los productos son igual de efectivos.

La OCU explica que no todos los productos para repeler mosquitos son igual de efectivos. Así, hace referencia a que su eficacia depende del principio activo y su concentración.

Los repelentes compuestos a base de DEET (N,N-dietil-m-toluamida) y de Icaridina son los más eficaces respectivamente, seguidos del Citriodiol o PMD, por lo que se recomienda usar repelentes que contengan estos elementos.

El IR 3535 (Butilacetilaminopropionato de etilo), y los aceites esenciales (geraniol, aceite de lavandin, lavanda) son los menos eficaces, también son los menos tóxicos.

Respecto a las pulseras repelentes que se encuentran en el mercado, la OCU señala que la sustancia que repele a los mosquitos está sobre la propia pulsera o en una pastilla que es recambiable. Así, la escasa superficie que tiene la pulsera limita el radio de acción a unos cuatro centímetros, por lo que este método no es muy eficaz, independientemente del tipo de repelente que lleven.

Por otro lado, los aparatos de ultrasonidos, que son dispositivos electrónicos que imitan el batir de las alas del mosquito macho para ahuyentar a las hembras que son las que pican, no ahuyentan a los mosquitos. De este modo, carecen de toda eficacia y no se ha demostrado ninguna evidencia a favor de estos dispositivos.