Ayer el programa de Hormigas Blancas rememoró la vida de Bibiana Fernández, la primera mujer que hacía pública su condición de transgénero. En el transcurso del reportaje, Carlota Corredera y los invitados recordaron cómo la actriz vivió la época de la Transición.

Aunque su descubrimiento por los hermanos Ferrer la llevaron a trabajar en un cabaret, el sueño de Bibiana era ser actriz, y ganó mucha popularidad gracias a Cambio de sexo, la película que la llevó a debutar en el cine.

La notoriedad que fue ganando a mediados de los 70 la llevó a pisar varios platós de televisión, donde se daban comportamientos que hoy en día serian altamente cuestionados. Uno de ellos fue en mayo de 1978, en el programa Dos por dos, donde una joven Mercedes Milá la presentó por su antiguo nombre masculino, a pesar de que reiteradamente Bibiana recordaba que ella era una mujer.

En ese mismo programa, Milá e Isabel Tenaille ponían de manifiesto que la invitada no había podido hacer el servicio militar por ser considerada una «inútil total», mostrando cuál era la mentalidad de la época, además de preguntar a Bibiana cómo eran sus geniales.

Sin duda, esto no fue un caso aislado. Bibiana Fernández tuvo que soportar en otros contextos televisivos el como se referían a ella en masculino y como la prensa la trataba constantemente como a un hombre.

«Un simpático travesti andaluz» o «Es el supra-sexo, el pene-boom, requete-boom» fueron algunos de los cuestionables titulares que acompañaban a su reportajes, que venían acompañados de preguntas muy incómodas que hoy en día serían inaceptables. «Lo que enseña la Bibi Anderson en su espectáculo es algo más propio de un negro de Tanzania que de una linda señorita educada en Oxford», se podía leer en una de las publicaciones.

Aunque uno de los episodios que más se rememoran fue aquel programa de 300 millones, donde el presentador aparecía con el DNI de Bibi en mano mostrando que según la administración seguía siendo un hombre, haciendo muestra de una gran falta de respeto. Pero no quedó ahí, ya que en el mismo programa el presentador hizo una comparación muy poco acertada: «Con las sirenas pasa lo mismo, que todo va bien hasta que descubres que tienen cola».

Desde Hormigas Blancas condenaron todo lo sucedido en aquellos tiempos y tacharon de inadmisibles aquellos comportamientos hacia las personas trans, donde Cristina Fallarás, Pelayo Díaz, Carla Antonelli y Marc Giró celebraron la diversidad y la normalización e inclusión en la sociedad de las personas LGTBI+.