El mundo tendrá un antes y un después de la crisis sanitaria. Ha afectado a todos los aspectos de la vida: a la familia, a las relaciones sociales, al tipo de ocio, a la movilidad y, por supuesto, al terreno laboral.

El cambio en las dinámicas de trabajo ha sido especialmente importante y hemos sido testigos de una aceleración de la digitalización y del uso de soluciones tecnológicas, que han sido factores decisivos a la hora de mantener a flote a muchísimas empresas de todo el mundo.

Además de la implementación de modernas medidas que ayuden a combatir la expansión de de forma específica, como pueden ser sistemas contactless de acceso a los edificios, cámaras termográficas para controlar la salud de quien entra en las instalaciones o soluciones de inteligencia artificial que alerten si no se está cumpliendo la distancia necesaria, las oficinas tienen que aprovechar el empujón tecnológico que ha acompañado a esta situación.

Los afortunados que han podido seguir trabajando desde sus casas y se han acogido al teletrabajo han empezado ya a ver un atisbo de lo que será -o tiene que ser- esa oficina del futuro, ya que la clave va a estar en un concepto: hacer de nuestro lugar de trabajo un espacio inteligente, sin importar el dónde se realiza sino el cómo, algo que fundamentalmente lograremos gracias a la aplicación de las nuevas tecnologías disponibles que permiten trabajar desde cualquier parte.

Según un informe del Instituto Global McKinsey, un trabajador medio gasta aproximadamente un 28% de las horas de la semana laboral administrando el correo electrónico y casi un 20% buscando información interna o rastreando colegas que pueden ayudarle con tareas específicas. Es decir: los trabajadores de hoy pasan cada semana el equivalente a un día entero de trabajo buscando sistemas y rastreando información para poder desempeñar las tareas específicas de su puesto.

La idea del ‘workspace intelligence’ pretende mejorar la eficacia de los empleados dándoles acceso a la información de manera más rápida y sencilla.

«Es mucho más fácil poner toda tu atención en las grandes decisiones cuando no te bombardean con correos electrónicos y ‘llamadas rápidas’ y cuando no tienes que buscar información en un montón de sitios diferentes», aseguran los responsables de la plataforma Citrix Workspace, cuya propuesta promete liberar al trabajador de «las más de tres horas al día dedicadas a comunicarse y ponerse al día» y de «tener que saltar de un inicio de sesión a otro cada vez que quiera hacer algo».

¿Y todas esas horas ‘malgastadas’ buscando archivos en carpetas y en el almacenamiento en la nube? Desaparecieron. La búsqueda universal pondrá cualquier documento a su alcance enseguida, sin importar dónde esté guardado: en la nube, en la aplicación o en su escritorio.

Basta con consultar su fuente personalizada para ver «qué es lo que necesita de verdad su atención» y, luego, acabar cada tarea en segundos. Se acabaron las notificaciones infinitas y en todos los dispositivos. «Tendrá libertad para concentrarse en iniciativas importantes que hagan avanzar el negocio», afirman desde la plataforma.

Citrix Workspace organiza el acceso a aplicaciones web, móvil y Windows o macOS, tanto locales como alojadas, en un espacio de trabajo digital unificado, reduciendo así pasar tiempo en aplicaciones de terceros, un cambio de contexto que puede resultar en una pérdida de productividad del 40%.

«Un espacio de trabajo digital se convierte en un espacio de trabajo inteligente cuando va más allá de la organización de aplicaciones y datos y comienza a guiar y finalmente a automatizar los flujos de trabajo», concluyen.