Llega septiembre y toca, además de volver al trabajo, subirse a la báscula y comprobar los estragos del verano, de las cervecitas al sol, las comidas y las cenas de más y los caprichos como los helados.

Una herramienta útil para conseguir los objetivos planteados con la dieta y el ejercicio es el ayuno intermitente. El dietista Nano Alutiz explica que el ayuno intermitente consiste en mantener al organismo, de manera «consciente y voluntaria, sin aporte de alimentos y bebidas que contengan calorías y nutrientes durante cierto tiempo».

Una vez que se ha sometido el cuerpo a este ayuno, hay que realizar dos o tres comidas con el requerimiento total de calorías y de nutrientes diario, adaptado a nuestro organismo y objetivos.

Como bien explica Nano, el ayuno intermitente es una herramienta pero no es la clave para solucionar los posibles problemas que se quieran solucionar con dieta o ejercicio, como son la quema de grasas o el crecimiento muscular.

Es decir, el ayuno puede suponer un ligero impulso, pero es importante que exista un compromiso saludable con una alimentación estructurada y organizada.

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Hay diferentes modalidades para incluir este fasting intermitente en la dieta y Nano destaca las más conocidas, que son tres:

Sea en la variante más extrema o en la más ligera, siempre que se quiera incluir un ayuno intermitente en la dieta es necesario contar con la supervisión y revisión de un especialista que sepa ajustar las exigencias de este método a cada caso individual.

Este dietista y nutricionista explica que el ayuno puede aportar una serie de beneficios que no están destinados a un único fin de pérdida de peso y grasa.

«Una persona que tiene como objetivo un aumento de masa muscular y tiene en su dieta diaria 3000 kcal, las puede repartir en 5 comidas sin hacer ayuno y también en 3 comidas haciendo ayuno», explica Nano. Lo mejor es que la decisión la podrá tomar según sus necesidades y conveniencia.

Además, el ayuno intermitente comporta otros beneficios y puede ayudar a:

Nano, como conclusión, hace hincapié en que el ayuno intermitente no es la solución definitiva para conseguir los objetivos marcados, sino una estrategia nutricional más. «Es recomendable utilizarla si se adapta a nuestros gustos, preferencias y sobre todo al día a día».