Las plantas suculentas son aquellas que tienen la capacidad de almacenar agua en alguna parte de su organismo. Es por ello que estas plantas son las típicas que se encuentran en zonas desérticas y donde las precipitaciones son escasas.

De hecho, una de las plantas suculentas más conocidas y que más se suele relacionar con el desierto es, precisamente, el cactus. Aun así, hay muchas más especies y tipos de estas suculentas. Otro ejemplo es la planta Aloe o la Agave.

Lo primero que hay que saber es que estas plantas no necesitan los mismos cuidados que otra planta cualquiera. Así, para quien quiera tener en casa unas macetas con alguna de las especies de este tipo, deben tener en cuenta una serie de atenciones que necesitan.

Pensando en un cactus y en un desierto, ya se pueden intuir dos de los principiales cuidados que necesitan las suculentas: poco agua y mucha luz.

Estas plantas absorben la humedad del ambiente y la retienen, por ello, el exceso de riego es más peligroso que la falta de riego. Con un riego cada quince días en los meses de frío y un riego cada semana en los meses de calor es suficiente, tal y como indican desde Verdecora.

En cuanto a la luz, aunque necesitan estar en zonas luminosas, no hay que exponerlas a la luz directa del sol y, mucho menos, en verano. Esto es debido a que con la luz directa del sol deshidrata estas plantas, que necesitan guardar las reservas de agua. Un indicio de que las hojas están demasiado expuestas a la luz es que se vuelvan de color rojizo, en cambio, si se vuelven pálidas, necesitan un sitio con más luz.

Por otro lado, un cuidado importante es el que tiene que ver con el drenaje, para liminar el exceso de agua y evitar encharcamientos. Así, hay que evitar colocar un plato debajo de ellas y, si se coloca, retirar el agua que sobre tras el riego.

Además, estas plantas que están acostumbradas a condiciones extremas, no necesitan un sustrato rico en minerales, todo lo contrario, es más recomendable un suelo pobre para plantar las suculentas.