La alimentación es uno de los aspectos de la vida cotidiana que más llega a preocuparnos, ya que de él depende el correcto funcionamiento del organismo y la salud. Para que, y nunca mejor dicho, a nuestro cuerpo no le falte de nada es necesario no solo alimentarse bien, sino saber adaptar los menús diarios a la estación del año.

Con el cambio del clima, la llegada del otoño y, por ende, la del frío; es más fácil que el sistema inmunológico sea vea afectado y que esto pueda contribuir a desarrollar ciertas patologías relacionadas con el sistema digestivo o incluso con la piel.

"Es importante aceptar que nuestro cuerpo necesita algo de tiempo para adaptarse a la astenia otoñal", comienza Raúl Luzón, dietista y director de la Escuela de Salud Vive!. Sobre esta teoría y lo antes mencionado, con una alimentación basada en vegetales y con buenas dosis de vitaminas de tipo B, un descanso adecuado y logrando reducir el estrés se debería pasar sin problemas el cambio de estación.

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Hay que seguir alimentándose de una forma saludable al igual que debería hacerse el resto del año, aunque sí es cierto que se pueden preferir unos alimentos sobre otros para tratar de suplir algunas carencias provocadas por el cambio de clima. "Los vegetales no deben faltar nunca y deben ser el 50% de nuestra alimentación", señala Raúl.

Respecto a la falta de luz solar y, por tanto, de vitamina D que va ligada a la exposición solar, se podría incluso plantear la ingesta de algún de suplemento. Aunque, para ello, Raúl Luzón recalca que será necesario realizar primero una analítica y seguir las recomendaciones médicas.

El truco definitivo para adaptar la alimentación al cambio de estación "es el mantenimiento (o la adquisición) de unos adecuados hábitos tanto en alimentación como en actividad física, que refuercen nuestro organismo y nos permitan estar activos". Una rutina saludable y una alimentación que se adecúe a los productos de temporada favorecerá la integración de todos los nutrientes necesarios para pasar el otoño y el invierno con más gloria que pena.