En la colaboración con la Universidad Carlos III se está preparando un estudio para mejorar las inspecciones.

Las emisiones de los motores que funcionan con combustibles fósiles son uno de los elementos que contribuyen a que la calidad del aire disminuya paulatinamente, con las consecuencias negativas que implica este proceso para la salud de la población.

Pese a que los vehículos más modernos ya incluyen mejores sistemas de filtrado que reducen la expulsión de estas partículas, los test de las ITV se encarga periódicamente de revisar que estos sistemas funcionan correctamente. Con estas pruebas, se calcula que las inspecciones de los vehículos evitan que cerca de 400 personas fallezcan cada año por culpa de la contaminación al detectar qué vehículos exceden las emisiones recomendadas.

Las emisiones NOx y otras partículas de los vehículos de combustión provocan numerosas enfermedades de corazón y pulmón. El coste social está valorado en 485 millones de euros y el problema de las emisiones es una falta que provoca el suspenso de la ITV en el 14% de los vehículos que acuden anualmente a las estaciones.

El director de la asociación AECA-ITV Guillermo Magaz insiste en que es necesario que estos sistemas funcionen de una forma correcta durante todo el periodo de vida del vehículo. Y es por ello que el sector de la ITV ha decidido encargar a la Universidad Carlos III de Madrid un estudio relativo al análisis de metodologías de medida de NOx y PM aplicables en las ITV. Los primeros resultados de este estudio se hicieron públicos en un webinar que tuvo lugar el pasado mes de septiembre.

En el mismo seminario se ofreció también una visión de la línea de trabajo que están siguiendo algunos países europeos a este respecto. Una medida para evitar los excesos de contaminación es la nueva reglamentación a nivel europeo por la que los fabricantes de vehículos han adaptado a sus vehículos sistemas de filtrado de emisiones, consiguiendo cumplir las estrictas reducciones de emisiones.