Halloween se acerca y hay que ir preparando una fiesta (este año exclusivamente familiar) en la que padres e hijos se lo pasen de miedo. ¿Qué mejor que buscar una comida también terrorífica y que podamos preparar con los niños? Te damos cuatro recetas fáciles para que podáis compartir un ratito en la cocina.

Para hacer esta receta para seis personas, necesitaremos una plancha de hojaldre, 12 salchichas ya cocidas, mostaza, ketchup y mayonesa, un huevo mediano y leche.

El primer paso será precalentar el horno a 180º. Mientras se calienta, estiraremos la pasa y la cortaremos en tiras de un centímetro aproximadamente. Envolveremos las salchichas con la masa, dejando un hueco para lo que será la cara de la momia. Aquí pueden colaborar todos decorando su salchicha para reconocerla una vez fuera del horno en el que debe estar unos 15 minutos. El resultado será unas momias totalmente terroríficas y listas para comer.

Un cementerio de tostadas es una sencilla receta que haremos con tostadas pequeñas, queso, mermelada de tomate y anchoas para simular las cruces. Primero untaremos un poco de mermelada de tomate sobre la tostada, pondremos un trozo de queso y encima un par de anchoas. Las tostadas las pondremos sobre una cama de lechuga simulando la hierba.

Sobre la masa de pizza, pondremos una capa de tomate, queso y un poco de orégano. Con lonchas de queso, o mozzarella haremos formas de fantasma. Podemos poner encima de los fantasmas trozos de olivas negras para hagan de boca y ojos. No solo es una receta terrorífica, sino que a los niños les encanta.

Utilizando gajos de mandarina, puedes hacer la forma de una calabaza. Utiliza el plato como base y da rienda suelta a tu imaginación. Además, este será un postre muy saludable para los más pequeños. Si lo prefieres, puedes pintarle a la mandarina unos ojos y una boca con un rotulador negro. Otra forma divertida de llevarlas a la mesa.