La zanahoria pertenece a la familia de las umbelíferas, también denominadas apiáceas, y se cultivan muy frecuentemente debido a los valores nutricionales de su raíz, es decir, la parte que crece bajo tierra y que se usa en el ámbito culinario.

La zanahoria se utiliza en numerosas recetas como ingrediente principal y se añade a numerosos platos para enriquecerlos. Tiene numerosas propiedades beneficiosas para el organismo, gracias a su contenido en vitaminas y minerales.

De este modo, esta hortaliza se ha convertido en una de las más cultivadas y utilizadas y, por tanto, son muchas las personas que desean plantar con éxito las zanahorias en su huerto o en su huerto urbano.

En primer lugar, hay que saber que si se opta por plantar las zanahorias en un semillero, se puede hacer todo el año. Lo mejor es optar por una siembra directa, es decir, cultivar la zanahoria directamente en el lugar definitivo para no tener que hacer transplante posterior.

Sin embargo, hay que tener en cuenta que la mejor época para plantar zanahorias se da entre los meses de primavera y verano, evitando las épocas de mayor frío o los meses en los que se puedan producir heladas, las cuales pueden dañar las zanahorias e impedir que germinen.

Al elegir el sitio, ya sea en el suelo o en un semillero, es necesario tener en cuenta que debe ser un sitio profundo, sin piedras u otros elementos que impidan su crecimiento, ya que la zanahoria crece bajo tierra en profundidad.

Además, el sustrato debe estar preparado con anterioridad. Debe estar perfectamente labrado, eliminando toda dureza del terreno, y se deben evitar los suelos arcillosos donde la hortaliza lo tiene más difícil para crecer. Se debe optar por un sustrato ligero.

Por otro lado, es necesario dejar un espacio suficiente entre plantas, de unos 15 o 20 centímetros y tener en cuenta las horas de sol. Las zanahorias pueden crecer bien en zonas de sombra o semisombra, por lo que no necesitan luz directa.

Una vez seleccionado el sustrato y el lugar idóneo para plantar las zanahorias, ya solo queda introducir las semillas de la variedad de zanahoria elegida. Para ello, basta con distribuir las semillas sobre la tierra y cubrirlas con unos milímetros de sustrato, regando ligeramente. Después, habrá que esperar a que crezcan. Las plántulas suelen empezar a crecer a los 12 o 15 días.

Una vez cultivadas, los riegos deben hacerse de forma regular, sin esperar que la tierra se seque del todo, pero evitando el exceso de agua, ya que este podría dañar las zanahorias y evitar su crecimiento.