«Coger cacas de vaca con las manos cura muchas enfermedades», asegura un profesor de la zona.

¿Alguna vez has usado la expresión «caca de la vaca»? Seguro que muchas veces, pero no más que los ciudadanos de Gumatapura, una ciudad de India en la que, literalmente, se lanzan excrementos bovinos como parte de una festividad religiosa.

Está claro que las creencias pueden llevar a hacer cosas de todo tipo, y la celebración de esta Tomatina con heces lo demuestra. Este municipio, situado en la frontera de los estados de Karnataka y Tamil Nadu, realiza este lanzamiento de estiércol tras la finalización del Diwali, el principal festival religioso de India que este año terminó el sábado 14 de noviembre.

Lo cierto es que esta fiesta escatológica tiene un sentido, pues se hace en honor a Beereshwara Swamy, un dios que nació en una boñiga de vaca. Por ello, como todo el país tiene a la vaca como un animal sagrado, consideran que sus excrementos tienen propiedades curativas y muchos son los vecinos de otras localidades que se acercan hasta Gumatapura a participar en esta Tomatina de heces.

Este día empieza con la recolecta del estiércol, que se carga en remolques tirados por bueyes que los llevan hasta el templo. Allí, un sacerdote realiza una misa antes de volcar los excrementos al suelo, donde se amontonan para poder lanzarlos.

Y la fiesta ya está servida, aunque solo para los hombres y los niños, pues las mujeres solo se dedican a mirar y grabar con el móvil. Los presentes acuden a los montones para hacer bolas con las heces que utilizan como munición.

«Coger boñigas de vaca con las manos cura muchas enfermedades», contó a AFP el profesor local Mahendra, quien sostiene que los que participan en este ritual "creen que jamás caerán enfermos".