Adriana Abenia sigue intentando recuperarse de la operación de pecho a la que tuvo que someterse después de que los médicos encontrasen un bulto sospechoso en una revisión rutinaria.

Aunque, afortunadamente, todo quedó en un susto y la presentadora ha confesado que ya se encuentra mucho mejor y está deseando disfrutar de su nueva figura pues, debido a la operación obligada, aprovechó para mejorar la apariencia de sus mamas, algo que si no llega a ser por el bulto «jamás hubiera hecho».

A pesar de que ya han pasado dos semanas desde la operación, la actriz ha explicado a sus seguidores que sigue durmiendo incorporada, aunque los únicos dolores que ha tenido han sido «en la espalda y también en el estómago, después de tomar la amoxicilina».

Cuando los médicos le dieron la noticia, no fue fácil de asimilar. Abenia asegura que adelgazó cuatro kilos sin darse cuenta, aunque este episodio lo contaba con humor: «Menos mal que la anestesia me dio hambre. Al despertarme solo deseaba comerme una paella».

Sin duda, lo más complicado para la presentadora ha sido tener que separarse de su hija, Luna quien, cuando se reencontraron incluso se emocionó. Adriana Abenia ha aprovechado este duro momento de su vida para lanzar un mensaje de concienciación y animar a la «detección temprana», una medida que considera que es «la mejor lucha».