El cielo ofrecerá este último mes de este 2020, marcado por la pandemia por coronavirus, una serie de impactantes eventos astronómicos: un eclipse de Sol, una superconjunción de planetas y las Gemínidas, la última lluvia de estrellas de este año.

Tal y como ha indicado este miércoles el Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC), el pico máximo de esta lluvia de estrellas tendrá lugar en las noches del 12 y 13 de diciembre y será retransmitido en directo a través del canal sky-live.tv desde el Observatorio del Teide, en Tenerife, y desde el Observatorio del Roque de los Muchachos, en La Palma.

Las Gemínidas son las encargadas de despedir el año, siendo una de las lluvias de estrellas más activas junto a las cuadrántidas de enero y las perseidas de agosto. Según el IAC, superan los 100 meteoros por hora y son visibles desde todo el hemisferio norte entre el 4 y el 17 de diciembre. Sin embargo, el día de máxima actividad para 2020 se espera que sea el próximo lunes 14 de diciembre a las 00.50 horas.

Las gemínidas pueden alcanzar una tasa de actividad por encima de los 120 meteoros por hora y una velocidad de 35 kilómetros por segundo durante varios días, según el departamento de astronomía del Instituto Geográfico Nacional (IGN).

Se espera que 2020 sea «un año excelente para la observación de las gemínidas puesto que su momento de máxima actividad coincide con el novilunio del día 14 de diciembre», añaden en el IGN. Esa noche la Luna será nueva, lo que significa que el cielo nocturno estará oscuro durante toda la noche y se podrán observar fácilmente.

Su origen fue completamente desconocido durante siglos hasta que en el año 1983 el telescopio espacila de infrarrojos IRAS de la NASA identificó el asteoride Faetón. «Al estudiar su órbita, se concluyó que era el que causaba la lluvia de estrellas», explican en el IGN. Por tanto, su aparición es bastante especial, «pues prácticamente todas las otras lluvias conocidas están causadas por cometas».

Muchos expertos de la astronomía señalan que este asteoride podría ser hoy un cometa extinto y que «los fragmentos que forman las gemínidas pudiesen haber sido desprendidos hace siglos, cuando Faetón aún tenía actividad cometaria».

En esta época del año, la Tierra atraviesa un anillo compuesto por todos estos fragmentos y cuando uno entra en contacto con la atmósfera terrestre «se calcina por la fricción creando el resplandor luminoso que conocemos como meteoro o estrella fugaz». El centro de origen de las Gemínidas es único y su radiante se encuentra en la constelación de Géminis.

Observar el cielo nocturno y tener paciencia. Son las dos principales recomendaciones para poder ver este increíble espectáculo astronómico. Por ello, «conviene fijar la mirada en una zona del cielo y mantenerla, al menos, durante unos minutos para poder detectar alguna Gemínida», destacan en el IAC.

El lugar más adecuado es aquel que nos proporcione un cielo oscuro sin contaminación lumínica y horizontes despejados. Por eso, es aconsejable observar «desde un lugar que tenga pocos obstáculos para la vista», como pueden ser edificios, árboles o montañas, añaden en el IGN.

Esta lluvia de estrellas es visible desde cualquier parte del cielo, por lo que no es necesario utilizar instrumentos ópticos ya que pueden limitarnos el campo de visión. «Conviene dirigir la mirada hacia las zonas más oscuras, en la dirección opuesta a la posición de la Luna si la observación se realiza antes de su ocaso».

Por último, lo más cómodo es tumbarse en el suelo, llevar ropa abrigada, mantas, esperar a que la vista se acostumbre a la oscuridad y tener paciencia para observar estos meteoros.