La llegada de la primavera incrementa los casos de conjuntivitis alérgica.

No es extraño encontrarnos con los coches teñidos de amarillo y con las esquinas de la carretera del mismo color. Además, al dirigir nuestra vista hacia el cielo seguro que nos damos cuenta de que hay algo volando, algo similar un diente de león. Se trata del polen y con él aparece la conjuntivitis alérgica.

La primavera es una estación odiada por muchas personas alérgicas. Abrir las ventajas del coche o de la casa para airearla se convierte en toda una odisea. Los estornudos aparecen, así como la mucosidad, los ojos se llenan de lágrimas... Son más de 8 millones de personas las que sufren estos síntomas, según explica la Clínica Baviera. ¿Cómo se les puede hacer frente?

En pocas palabras la conjuntivitis alérgica es una inflamación de la parte anterior del globo del ojo causada por la reacción a algún alérgeno, en el caso de la primavera es el polen. También se le puede llamar a esto alergia ocular y los síntomas son característicos: enrojecimiento e hinchazón, picor y escozor, lagrimeo constante, visión borrosa y fotosensibilidad.

Este año es importante protegerse lo máximo posible de la conjuntivitis alérgica, pues se espera que en ciudades como Madrid, Badajoz, Extremadura, Toledo o Cáceres la intensidad del polen sea bastante alta. Esto es lo que advierten desde la Clínica Baviera y nos dan algunos consejos para prevenir esta conjuntivitis.

Una de las maneras de aliviar la conjuntivitis alérgica es utilizar gafas de sol. De esta forma se consigue mejorar la fotosensibilidad que produzca la conjuntivitis y que más polen pueda entrar en los ojos. Las gafas pueden ser un mecanismo de defensa y protección útil en la primavera.

Otra de las formas de aliviar la conjuntivitis alérgica es hacer uso de las lágrimas artificiales o de algún colutorio para hidratar los ojos. Esto es fundamental para reducir la irritación y la picazón que el polen ha provocado en los ojos. Pero esto también ayudará a mantenerlos libres de alérgenos, ya que los limpia.

El lavado de manos ha cobrado importancia desde la COVID-19, pero en la primavera también es fundamental para evitar la conjuntivitis alérgica. En las manos pueden quedar restos de polen que no se ven y al rascarnos los ojos estos pueden irritarse. Hay que lavar las manos con frecuencia.

Un último consejo es evitar las actividades al aire libre durante la primera hora de la mañana y la última de la tarde. A estas horas se concentra una gran cantidad de polen que conviene evitar. Asimismo, las ventajas de casa deben evitar abrirse y, si se hace, conviene tener en cuenta las horas de menor polen.

Esta pregunta es habitual, ya que aunque muchas personas con la llegada de la primavera presentan conjuntivitis alérgica, conviene detectar el alérgeno y si no estamos ante una conjuntivitis bacteriana. Acudir al oftalmólogo y alergólogo es importante. Así se podrá iniciar un tratamiento que, sumado a los consejos anteriores, dará muy buenos resultados con la conjuntivitis alérgica.

Al igual que nos estamos protegieron de la COVID-19 con la mascarilla (lo que ha hecho que los casos de gripes y catarros se hayan reducido mucho) no nos podemos olvidar de los ojos. Las gafas de sol son un complemento que siempre deberíamos tener a mano. Los ojos son importantes y los grandes desprotegidos. Prestarles atención y cuidarlos es fundamental.