La fresa está compuesta prácticamente por agua y apenas contiene 40 kcal por cada 100 g consumidos. | Engin_Akyurt / Pixabay

Con la primavera llega una de las frutas más consumidas entre la población por su inconfundible sabor y aroma: la fresa. Originaria de la planta conocida como Fragaria, esta fruta posee importantes propiedades beneficiosas para la salud en todas sus variedades.

Las fresas y los fresones son frutas con un bajo valor energético, ya que apenas aportan 40 kilocalorías por cada 100 gramos consumidos, pero son una estupenda fuente de nutrientes y sustancias no nutritivas como «vitamina C, antocianinas y ácidos orgánicos», según la Fundación Española de la Nutrición (FEN).

Compuestas principalmente por agua (89,6%), este alimento contiene una importante cantidad de hidratos de carbono (7%), principalmente en forma de fructosa, xilitol y glucosa. Por tanto, su consumo es idóneo en dietas de adelgazamiento al destacar también su aporte de fibra (2,2%), que regula el tránsito intestinal y favorece los procesos digestivos.

¿Sabías que contiene más vitamina C que una naranja? Tanto es así que una ración de 150 g de fresas contiene aproximadamente 86 mg de vitamina C, «mientras que una naranja de 225 g contiene 82 mg», detalla la FEN. En cualquier caso, su consumo supera la cantidad de vitamina C diaria recomendada para personas adultas.

Gracias a este aporte vitamínico, las fresas tienen potentes propiedades antioxidantes que «bloquean el efecto dañino que nos producen los radicales libres», destacan en el portal de dietistas-nutricionistas, Alimmenta, implicados en los procesos de envejecimiento y muerte celular.

Por otra parte, las fresas poseen ácidos orgánicos destacados como «el ácido cítrico, ácido málico, oxálico», y también «pequeñas cantidades de ácido salicílico», especifica la FEN. Asimismo, los flavonoides, responsables de su color, hacen que sea una de las frutas con más capacidad antioxidante para proteger a las células del estrés oxidativo.

Aunque en cantidades más reducidas, las fresas son ricas en minerales como el potasio (190 mg), el calcio (25 mg) y el fósforo (26 mg). De esta manera, su ingesta puede resultar beneficiosa en casos de hipertensión arterial, para la retención de líquidos o en pacientes con gota. Sin embargo, las personas que padezcan insuficiencia renal o cálculos en el riñón deberían controlar su consumo.