Una receta versátil que pertenece a la saludable dieta mediterránea.

Estás de vacaciones en Ibiza y no puedes dejar pasar la experiencia de salir a pescar. Si se te ha dado bien el día, después de pescar una buena lubina, ya sabes cuál es el siguiente paso: cocinarla. En realidad, no importa si la has pescado tú o si la has comprado en el mercado a primera hora; este riquísimo pescado es muy fácil de cocinar y, dentro de todas las formas que hay para prepararla, hemos seleccionado una con la que queda deliciosa. Para hacerla utilizaremos el horno. Lo cierto es que estos electrodomésticos son uno de los elementos más utilizados en las cocinas.

Y no es para menos, pues no hay duda de que resultan realmente rápidos, versátiles y efectivos. Evidentemente, cuanto más nuevos sean, mayor número de funcionalidades y efectividad tendrán. Si quieres una completa comparativa en la que analizan profundamente todo esto, te recomendamos entrar en https://grillstop.es/hornos/.

Un plato muy versátil

Este riquísimo plato, que pertenece a la saludable dieta mediterránea y además puede consumirse sin problemas en cualquier época del año, puede ser parte del menú en cualquier ocasión: desde una cena especial hasta un menú diario.

Asimismo, encaja perfectamente tanto de entrante como de segundo plato. En esta ocasión vamos a preparar una variante con un lecho de tomate, patatas y cebolla que se fusionan a la perfección con el sabor de la lubina.

Cada ingrediente, su tiempo de cocción

Eso sí, para que todo salga bien, no hay que meter todos los ingredientes a la vez, pues cada uno tiene sus propios tiempos de cocción. Ahora veremos todo el proceso.

Como adelanto, te diremos que primero hay que hornear y reservar las patatas. Después, el tomate y la cebolla.

Para finalizar, meteremos la lubina (su tiempo de cocción dependerá principalmente del grosor de esta, por lo que habrá que estar especialmente pendientes del horno durante esa parte del proceso).

Como broche final, basta con añadir tomate y unas rodajitas de limón para lograr un resultado perfecto.

La lubina:¿entera?

Cuando se va a preparar una lubina es lógico preguntarse si incluir esta completa. En este caso la respuesta es un rotundo sí. Para disfrutar de este plato en todo su esplendor, lo mejor es que esta esté entera, incluyendo la cabeza. Bastará con unas incisiones en el lomo.

Lo cierto es que este pescado blanco pertenece al grupo de los que menos grasa tienen. Esto hace que al asarlo al horno entero quede realmente jugoso.

Otras de sus ventajas es que tiene una carne compacta y un agradable sabor gracias a los cuales no son necesarias elaboraciones muy complejas para disfrutarlo en su máximo esplendor.

Propiedades de la lubina

La lubina, conocida también como róbalo, no solo está deliciosa: consumirla también puede aportarte grandes beneficios pues contiene grandes propiedades muy importantes para el correcto funcionamiento de nuestro organismo.

Como hemos dicho antes, pertenece al grupo de los pescados semigrasos, o lo que es lo mismo, de los que contienen entre un tres y cinco por ciento de grasa.

Está en la misma liga que el bacalao, la perca, la raya y la pescadilla. También es de los pescados blancos más magros, pues solamente aporta 1,3 gramos de grasa por cada 100 gramos de carne.

Asimismo, tiene más contenido que muchos pescados en proteínas de un elevado valor biológico. Con todo esto, no es extraño que su consumo esté altamente recomendado por la Organización Mundial de la Salud.

Un delicado sabor

Y no solo eso, la lubina tiene un sabor realmente delicado y además contiene poquísimas espinas.

Es un pescado blanco

Al igual que todos los pescados blancos, se digiere muy fácilmente. Esto hace que la lubina sea ideal para las personas que están en algún proceso de convalecencia o tienen un estómago algo delicado.

Contiene una proteína de gran calidad que además nuestro cuerpo no genera de forma natural y que es muy importante, pues contiene aminoácidos esenciales vitales para que el cuerpo funcione correctamente.

Aporte de hierro, potasio y fósforo

Estos tres minerales son vitales para que el cuerpo funcione correctamente:

Hierro

Es importantísimo para nuestro sistema inmunológico, pues es un gran protector ante una gran cantidad de infecciones.

También está muy implicado en la producción de hemoglobina, una proteína que está en los glóbulos rojos y que se encarga de transportar el oxígeno a través de nuestro cuerpo.

Fósforo

Reduce el cansancio mental y físico. Asimismo, ayuda a metabolizar la energía. Los huesos y la salud bucal también se verán favorecidos.

Por otro lado, tiene una gran importancia durante la menopausia, pues regula la producción de hormonas, reduciendo así las molestias y los síntomas.

Potasio

Es de gran importancia tanto para el funcionamiento del cerebro como para la creación de impulsos nerviosos. Contribuye a la regeneración muscular, combatiendo así problemas como los calambres musculares o las agujetas.

Gran fortalecedor del sistema óseo, reduce tanto el riesgo de fracturas como el de padecer problemas como la osteoporosis.

Vitaminas

Tiene un alto contenido en vitaminas tan importantes como lo son las del grupo B: B1, B2, B3 Y B12.

B1: contiene tiamina: se trata de una vitamina hidrosoluble fundamental para un crecimiento y desarrollo normales. También tiene una gran importancia a la hora de ayudar a la correcta metabolización de los hidratos de carbono.
B2: la riboflavina es una vitamina que tiene una enorme participación en muchos procesos celulares. Asimismo, metaboliza energía de glúcidos, lípidos y proteínas.
B3: esta vitamina es realmente importante para los procesos de crecimiento, pues, entre otras cosas, produce las hormonas esteroideas.
B12: la cianocobalamina es fundamental para la formación de glóbulos rojos y proteínas.

Gran aporte de Omega-3

El enorme aporte de Omega-3 que nos proporciona es otro de los motivos que hacen que incluir lubina en nuestra dieta habitual sea muy recomendable.

Y es que, entre otras cosas, se trata de un ácido graso esencial para que nuestro cuerpo se forme y se desarrolle adecuadamente. De hecho, se recomienda que forme parte del aporte energético diario en un porcentaje de al menos 0.1/1 % Estos son otros de los beneficios que nos aporta el Omega-3:

- Disminuye el colesterol 'malo' (también conocido como LDL) a la vez que aumenta el 'bueno'.
- Resulta de gran ayuda a la hora de combatir tanto el asma como diversas alergias.
- La capacidad de aprendizaje mejora.
- Disminuye el estrés.
- Combate la depresión y el síndrome premenstrual.
- La presión arterial y la función cardiaca mejoran.
- Tiene efectos autoinmunes y antiinflamatorios que resultan de una enorme ayuda a la hora de disminuir el riesgo de padecer ciertas enfermedades.
- Con esto también mejora la eficacia de tratamientos en los que hay implicados procesos antiinflamatorios como el del cáncer o el aplicado para padecimientos cardiovasculares.
- Ralentiza el proceso de envejecimiento.

Algunos consejos:

Antes de preparar nuestra lubina al horno vamos a ver algunos consejos con los que todavía estará mejor.

  • Cuando vayas a limpiar la lubina, pásale un paño mojado en lugar de lavarla con mucha agua. Así evitarás que pierda sabor.
  • Como hemos dicho antes, las patatas serán parte del lecho de la lubina. Estas son ideales para cualquier tipo de pescado. La forma en la que vamos a hacerlas es popularmente conocida como “patatas panaderas”.
  • Para que estas patatas panaderas salgan lo mejor posible es preciso que tengan un centímetro de grosor como máximo. Saltearlas un poco antes les dará un toque extra que mejorará el resultado final.
  • Nunca metas las patatas en el horno a la misma vez que el pescado (es un error muy frecuente). Lo ideal es que hornees antes las patatas durante unos diez minutos.
  • Las cebollas tampoco hay que meterlas antes que las patatas. Siempre después. Eso sí, puedes introducir los tomates cortados en rodajas junto a la cebolla.
  • La cebolla hay que cortarla en juliana, empezando por hacerlo por la mitad para finalizar con hojas finas.
  • Hay un ingrediente al que a veces no se le da mucha importancia a pesar de que es un gran protagonista: el vino blanco. Trata de utilizar uno seco y con una buena calidad. Lo agradecerás.

Receta: lubina al horno

Vamos ya con esta receta con todo el proceso explicado paso a paso. Ya verás que es muy sencilla de hacer. También rápida, pues por norma general no tardarás más de 40 minutos en tener lista tu lubina al horno.

Ingredientes (cantidades para cuatro personas)

  • Lubina (unos 800 gramos).
  • Tres cebollas de tamaño mediano.
  • Ocho patatas.
  • Vino blanco (una copa).
  • Tres tomates.
  • Sal, pimienta y aceite de oliva.

Elaboración

Empezaremos lavando y cortando las patatas:

  1. Pela y lava las patatas.
  2. Córtalas después en rodajas finas (de medio centímetro aproximadamente).
  3. Reserva las patatas para utilizarlas después.

Seguimos con las cebollas y tomates:

  1. Pela las cebollas y córtalas por la mitad.
  2. Ponlas encima de una tabla y córtalas a gajos finos. Procura utilizar un buen cuchillo para que el corte sea el adecuado y no haya problemas.
  3. Lava concienzudamente los tomates.
  4. Córtalos en rodajas de aproximadamente un centímetro.
  5. Reserva todo esto.

Llega el turno de las patatas:

  1. Precalienta el horno a 220 °C.
  2. Sacas una bandeja apta para el horno y echa en ella un generoso chorro de aceite de oliva.
  3. Salpimienta las patatas y distribúyelas en esta bandeja apta para horno.
  4. Hornea las patatas durante unos 10 minutos.

Continuamos con la receta:

  1. Cuando hayan pasado esos diez minutos, retira la bandeja del horno.
  2. Reparte las rodajas de tomate y los trozos de cebolla.
  3. Hornea durante diez minutos más.
  4. Lava la lubina y sécala después con papel absorbente.
  5. Haz algunos cortes transversales en el pescado, pero sin que estos lleguen a la espina central.
  6. Salpimienta la lubina y ponla encima de las patatas.
  7. Echa el vino blanco haciendo que todo se quede bien rociado.
  8. Hornea durante aproximadamente un cuarto de hora. Esto dependerá del grosor que tenga la lubina.

Ha llegado la hora de servir. En cada uno de los cortes transversales que le has hecho previamente a la lubina puedes meter medio gajo de limón o de tomate. Altérnalos.

Puedes presentarla entera o ya cortada en trocitos, queda a tu elección. Como complemento, puedes hacer una “ajada”.

Se prepara mezclando aceite, ajo, pimentón y un poquito de vinagre. Otra alternativa es hacerla a base de perejil, ajo y un chorrito de limón.

¿Prefieres la lubina en filetes? Te contamos una maravillosa forma de hacerlos al horno

Puede que en lugar de una lubina entera te apetezcan más unos filetes de la misma. También están deliciosos y resultan más ligeritos.

Aunque bien puedes comprarlos, puedes aprovechar la lubina que has pescado y sacarlos tú mismo de ella. En este vídeo se explica el proceso:

También vamos a utilizar el horno para hacer estos filetes de lubina, pero el resultado será totalmente diferente. Esta elaboración con almendras ofrece un resultado tan crujiente y estimulante que quien lo prueba generalmente repite.

Además, esta receta tiene la ventaja de resultar realmente rápida (por norma general, no tardarás más de un cuarto de hora) y sencilla de hacer.

Por si fuera poco, no solamente puede hacerse con lubina, sino que admite muchas otras variantes con ingredientes como el salmón, la merluza, el lenguado o la dorada como protagonistas. Vamos allá:

Ingredientes (cantidades para unos cuatro comensales)

  • Los lomos de unas dos lubinas, con piel, pero sin espinas.
  • Un par de huevos.
  • Almendras molidas (o lo que es lo mismo, harina de almendras). Si lo prefieres, puedes sustituirlas por el fruto seco que prefieras. Por ejemplo, anacardos o nueces. Eso sí, que el sabor sea suave para no alterar el resultado final.
  • Dos dientes de ajo (picados).
  • Perejil picado (una cucharada).
  • Sal (basta con un pequeño pellizco).
  • Una cebolleta.
  • Un calabacín.

Elaboración

  1. Prepara una fuente apta para el horno pintándola con aceite (lo ideal es que te ayudes con un pincel culinario).
  2. Precalienta el horno a 200 °C.
  3. Parte la cebolla y el calabacín en láminas.
  4. Pon estas láminas en el fondo de la fuente para horno. Servirán de lecho a nuestros filetes de lubina.
  5. Coloca los filetes de lubina encima de esta cama de cebolla y calabacín.
  6. Salpimienta los filetes.
  7. Bate los huevos en un bol con la suficiente capacidad como para hacerlo cómodamente.
  8. Una vez batidos, agrega el perejil, la harina de almendras y los ajos que previamente has picado.
  9. Reparte esta mezcla que acabas de hacer por encima de los filetes de lubina ayudándote de una cuchara.
  10. Hornea a 200 °C durante unos 8 minutos aproximadamente.

Y ya lo tienes. Si quieres, puedes añadir unas patatas cocidas y laminadas a la base para hacerlo todavía más contundente.