Los responsables podrían haber estafado más de 2,91 millones de euros a cientos de inversores.

¡Fin del juego! La noche de Halloween ha sido más terrorífica de lo que pensaban algunos, sobre todo para aquellos que han sido víctimas de un timo. Una criptomoneda cuyo nombre estaba inspirado en la popular serie de Netflix El juego del calamar cayó a un valor casi nulo el martes después de que un vertiginoso repunte lo empujara a casi 2.800 dólares la semana pasada.

El valor de mercado del token llamado Squid (calamar, en inglés) saltó a 2.400 millones de dólares en el punto más alto de las operaciones del lunes, con un volumen de operaciones de 14 millones de dólares en las últimas 24 horas, según CoinMarketCap. La razón de la caída no estaba clara. Sin embargo, varios medios especializados, como puede ser Gizmodo, aseguran que los poseedores de la moneda digital no podían venderla.

Coindesk, medio de noticias especializado en criptomonedas, informó que una dirección digital vendió una enorme cantidad de tokens Squid y cobró millones de dólares en lo que denominó un «jalón de alfombra», una situación en la que los desarrolladores de un proyecto de criptodivisas lo abandonan y se escapan con el dinero de los inversores. El sitio web de Squid aparecía fuera de línea el martes, mientras que su cuenta de Twitter estaba «temporalmente restringida» debido a una actividad inusual.

La criptomoneda sólo se ha comercializado durante una semana, según CoinMarketCap.
«Como muchas estafas de Internet, las estafas de criptomonedas se alinean estrechamente con las tendencias populares y, después de la publicidad recibida por El juego del calamar, esto no es diferente», dijo Jake Moore, especialista de la firma de ciberseguridad ESET.

Las criptomonedas basadas en memes o vinculadas a la cultura de Internet han registrado rápidos auges y caídas este año, haciéndose eco de la creciente popularidad de las criptodivisas convencionales como bitcóin. La serie surcoreana El juego del calamar, que se convirtió en una sensación mundial y en el programa número uno de Netflix , muestra a cientos de jugadores con problemas de liquidez compitiendo en juegos hiperviolentos.