Rozalén, este pasado verano, en su participación en el Mallorca Live Summer. | P. Pellicer

Los peligros de un mundo complejo y cambiante como el que tenemos son múltiples y de naturaleza diversa. El medio digital conlleva, por su propia fisonomía, algunas trampas propias. En este caso hablamos del anonimato y la facilidad con la que algunos suplantan las identidades de otras personas. En el caso de personajes conocidos, el daño infringido puede ser terrible. En las últimas horas la cantante Rozalén ha denunciado en Instagram que alguien utiliza su nombre y su imagen, entre otros, para pedir dinero a seguidores menores de edad. La reacción de la manchega no se ha hecho esperar: «Qué repugnante… Qué asco de peña!!!!».

Rozalén ha compartido en sus perfiles de redes sociales unas capturas de pantalla que reflejan una conversación real que ha llegado a sus oídos. En ella alguien con su nombre y una foto de perfil falsa pide a un usuario menor de edad una cantidad de varios cientos de euros. Para ello utiliza cualquier excusa. Hay que tener en cuenta que para un fan entregado debe resultar complicado mantener la mente fría cuando tu ídolo interactúa directamente contigo con un mensaje privado. Y más si el DNI no anota más de 13 años.

A raíz de la denuncia de Rozalén en Instagram otros artistas han reaccionado a esta situación. Alguno como Marwan ha afirmado que alguna vez le ha pasado algo parecido. Uno de los consejos que lanza Rozalén es de lo más acertado: conviene confiar solo en cuentas oficiales, a ser posible verificadas por la propia plataforma. Ya saben, si algún día su banda musical preferida les pide un 'aguinaldo' en redes sociales desconfíen directamente. Lo más probable es que se trate de un fraude.