Destrucción en una de las ciudades ucranianas por la guerra. | Reuters

La herramienta creada en 1947 por los científicos para materializar la probabilidad de que la humanidad desaparezca, el Reloj del Juicio Final, se encuentra a 90 segundos de la medianoche, la posición más cercana al final en la que jamás se había visto.

Esta decisión, anunciada este martes por el Boletín de los Científicos Atómicos, encargados de gestionar el reloj, fue tomada, en su mayoría, por los «los peligros crecientes de la guerra en Ucrania», explicó la presidenta del grupo, Rachel Bronson, en un evento en Washington.

Por primera vez en tres años, el Boletín ha decidido cambiar la hora del reloj, tras colocarlo a 100 segundos de la medianoche en 2020, donde había permanecido hasta ahora. Segñun ha recopilado Efe, «nos gustaría muchísimo retrasar el reloj, pero tenemos que responder a lo que está sucediendo en el mundo», explicó el físico Daniel Holz, copresidente de la junta que cada año decide la posición de las manecillas. «Si te fijas en lo que está sucediendo en Ucrania, los desastres climáticos... es muy difícil decir que las cosas están mejorando», añadió.

Los expertos alertaron de que la desinformación rusa sobre la posibilidad de que Ucrania esté planeando ataques con armas biológicas «genera la inquietud de que sea Rusia la que se plantea utilizar armas de este tipo».

Este aspecto es uno de los factores que más han pesado en la decisión de los científicos del Boletín de adelantar la hora del reloj ya que «afecta a nuestra capacidad para hacer frente a estas amenazas», explicó Holz. «Si muchos rusos ni siquiera creen que hay una guerra, es muy preocupante porque no ejercen la presión apropiada sobre sus líderes», dijo el experto. El riesgo de nuevas pandemias tras la de covid-19, los peligros de la crisis climática o la falta de un acuerdo para volver al pacto nuclear con Irán también contribuyeron a tomar esta decisión.

La situación actual es peor que la de 1953, cuando el reloj marcó dos segundos para la medianoche durante una de las etapas más tensas de la Guerra Fría, cuando tanto los soviéticos como los estadounidenses realizaron sus primeras pruebas con armas termonucleares. El Reloj del Juicio Final fue ideado por un grupo de científicos, muchos de los cuales trabajaron en el proyecto para construir la bomba atómica pero se oponían a su uso contra personas.

En la decisión sobre la hora que marca el reloj participa la junta de Ciencia y Seguridad del Boletín de los Científicos Atómicos -el grupo creado por Albert Einstein y otros académicos para alertar al mundo sobre el peligro de las armas nucleares- y una junta de patrocinadores, en la que se encuentran once premios Nobel. Desde 2007, el reloj ha incluido en sus valoraciones el deterioro del planeta debido al calentamiento global y la crisis climática.