En casi todas las cocinas hay al menos un rollo de papel de cocina. Su practicidad y capacidad de absorción lo han convertido en un aliado cotidiano para múltiples tareas: desde secar una superficie hasta envolver alimentos o limpiar manchas inesperadas. Pero su uso generalizado ha llevado también a errores frecuentes que pueden dañar objetos, poner en riesgo nuestra salud e incluso dificultar el reciclaje.
A continuación, se detallan los usos más habituales, los errores más comunes al emplearlo y las alternativas más sostenibles que cada vez ganan más adeptos.
¿Para qué sirve realmente el papel de cocina?
El papel de cocina es eficaz para:
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Limpieza rápida de derrames: ideal para absorber líquidos en mesas, encimeras o suelos.
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Eliminar exceso de aceite: especialmente útil tras freír alimentos.
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Absorber humedad: ayudan a absorber la humedad de las frutas y verduras después de lavarlas.
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Proteger sartenes: colocando una hoja entre ollas apiladas, puede evitar el óxido y las rayaduras.
Lo que nunca deberías hacer con él
Aunque pueda parecer útil en muchos contextos, hay errores comunes que conviene evitar:
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Limpiar líquidos en alfombras: el papel no absorbe lo suficiente en este tipo de superficies. Es mejor un paño de microfibra seco.
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Limpiar el rallador de queso: No es una buena idea porque el papel también podría "rallarse" en trozos pequeños. Lo mejor es simplemente dejar que estos artículos se sequen al aire.
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Quitar el polvo de la vajilla antigua: puede dejar residuos. En su lugar, usa un trapo húmedo.
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Secar tablas de cortar: no es higiénico. Lávalas con agua tibia y jabón y déjalas secar al aire.
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Limpiar gafas o pantallas: puede rayarlas. Utiliza siempre paños de microfibra.
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Limpiar el objetivo de una cámara: también puede rayarlo y eso supondría tener que comprar otro objetivo nuevo.
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Usarlo en el horno: no está diseñado para altas temperaturas y puede incendiarse.
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Sustituir filtros de café: puede deshacerse y dejar residuos.
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Limpiar heridas: no es estéril. Mejor optar por gasas sanitarias.
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Envolver alimentos grasos: puede contener blanqueantes químicos no aptos para el contacto directo.
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Tirarlo al inodoro: no se disuelve como el papel higiénico y puede causar atascos.
Alternativas en tendencia: trapos de cocina reutilizables
Cada vez más hogares optan por sustituir el papel desechable por paños de tela reutilizables. Los trapos de cocina, también conocidos como repasadores o bayetas, permiten limpiar de forma eficaz sin generar residuos continuos. Pueden lavarse en lavadora, duran mucho más tiempo y son ideales para tareas como secar vajilla, limpiar superficies o recoger derrames.
Además de ser una opción sostenible, los paños reutilizables ayudan a reducir el consumo de celulosa y plásticos presentes en algunos tipos de papel de cocina.
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