Estoy emocionada, nos comunica María, un albañil me ha agradecido nuestra implicación en la plataforma. Gente como nosotros que no tenía la posibilidad de expresar su disconformidad con la catalanización que están sufriendo las islas.

El taxista que me llevó al aeropuerto hace unas semanas me oía hablar con mi pareja y cuando llegamos al aeropuerto me dice, Yo son Antonio ….... soy de “mos movem”, creo que todo Es Castell es de mos movem me dice mientras me despide con un abrazo. Yo también me emociono.

Algunos miembros de la seguridad del aeropuerto me sonríen y me dicen discretamente, gracias, estamos contigo.

Mientras estoy en la cola de la pescadería veo que una mama, con varios niños, me mira, y pienso, me querrá decir algo, le sonrío, se acerca y me dice, yo tampoco soy catalana, no es que no lo queramos ser, es que somos menorquines. Entablamos una conversación muy agradable.

Cada pequeño-gran gesto, cada pequeño-gran comentario de apoyo en el facebook, en twitter, en instagram, todas estas palmaditas en la espalda cuando nos insultan o nos ignoran. Todos esos “likes” que nos animan a seguir luchando contra esta dictadura lingüística.

Todos esos pequeños grandes gestos SON LA RESISTENCIA a someternos a la catalanización, a agonizar con la estelada. Nosotros los de las islas no somos catalanes, no porque no queramos, o porque como dicen mucho somos anticatalanistas, no es verdad , simplemente no lo somos por un hecho muy fácil y sencillo, nacimos aquí en las islas por lo tanto somos de la comunidad autónoma de las ISLAS BALEARES , no como dice nuestra presidenta Armengol “pequeño país” que país ni que país, es una comunidad autónoma y punto. Que no nos líen con historias increíbles ,o con un realismo mágico.

Somos una sociedad acogedora, consideramos menorquines como iguales a todos los que viven aquí pero nacieron el Asturias, Cataluña, Tabarnia, Perú, Venezuela, Sevilla, Marruecos, Italia, Inglaterra, Francia, a todos los que viven en las islas,cuidan y quieren esta preciosa tierra, nuestra cultura, nuestra lengua, nuestra gastronomía, nuestras costumbres.

Los pequeños grandes gestos de gente normal que se siente identificada con la plataforma son el oxígeno que necesitamos para seguir adelante, La señora que encuentro en la peluquería me da la mano y me dice: no aflojes,,, y pienso mientas una señora como usted me diga esto no aflojaré nunca. Somos muchos, y cuando uno está un poco más dedil los otros lo miman y ayudan, somos un pequeño-gran grupo.

En la plataforma siguen a diario los pequeños grandes gestos. ¿Quien puede ir a la delegación del gobierno? Iré yo, otro se ofrece para ir a comprar los silbatos, otro a llevarnos al aeropuerto a las 8 de la mañana , otro voluntario recoge firmas, otro imprime carteles, uno escribe cartas, otro va a una entrevista de la tele otro a la radio. Estos son los PEQUEÑOS, gestos que nos hacen GRANDES y FUERTES. Los gestos más sencillos hechos con generosidad y altruismo para el bien común son SIN DUDA ALGUNA la RESISTENCIA.

Esperemos que la manifestación bajo el lema “La lengua no cura, por una sanidad sin fronteras lingüísticas” el próximo mes de febrero en Palma tenga una buena repercusión social ya que esto nos afecta a todos.