Soy una asidua visitante del Mercat Nou y siento mucho que mi amigo Vicente del "Bar Mercat Nou", su esposa Dolores y sus hijos se hayan quedado sin un negocio que han venido regentando durante más de 40 años.
Somos muchos lo que vamos a añorar las tapitas de lomo, champiñones, hígado, riñones, lengua y otras muchas delicias que con tanto cariño nos preparaban y servían.
Desconozco en profundidad los criterios de adjudicación que han regido esta nueva concesión, que al parecer, por lo que he leído en prensa, han sido el precio del canon (50 puntos) y criterios objetivos (otros 50), pero lamento que no se haya tenido suficientemente en cuenta la antigüedad y el buen servicio prestado.
Vivimos en una época en que, por desgracia, el dinero es lo que más cuenta, aunque suponga dejar sin trabajo a una familia honrada, trabajadora y querida por todos.
¡Qué pena, qué Ibiza estamos dejando...! ¿Es esto realmente lo que queremos?. Desde luego, yo no.
Vicente, tú y tu familia recibid todo mi apoyo, cariño y amistad.