El pasado viernes santo dando un paseo por la Platja d’en Bossa nos llamó la atención un grupo de aves que se encontraba en el descampado junto al hotel Paladium. Como me encantan las aves, me dispuse a identificar la especie: Pato Criollo o Pato Mudo, no es una especie autoctona, sino originaria de Centro América, muy común en estanques y jardines urbanos, definitivamente muy lejos de su hábitat natural. Tras hablar con un veterinario de confianza y llegar a la conclusión de que muy posiblemente habían sido abandondos allí, decidí dar aviso a la policia local de St. Josep, así como al Seprona y a los agentes de medio ambiente. Los dos últimos nos dijeron que no era de su competencia, sino de la policia local, ya que eran especies no autóctonas en suelo urbano. La policia local nos dijo que darían aviso a la protectora de animales y nos quedamos tranquilos. Tras pasar por la zona al día siguiente y ver que seguían allí, volvimos a llamar y nos dijeron que los ‘de Natura Parc habían ido y no habían podido actuar, porque los patos volavan’, que verían que podían hacer.

Así llevamos desde entonces. Varias llamadas a la policía local insistiendo, y obteniendo respuestas varias. La última comunicación con la policía local, el lunes 12, se nos vuelve a decir que Natura Parc lo está gestionando. Estamos a jueves 15 y los patos siguen allí.

Varias personas les hemos estado llevando comida, y agua, y debido a las lluvias, han tenido algunos charcos para chapotear, pero cuando venga el calor y la estación seca, esos patos no sobrevivirán allí. Son patos de agua dulce, y aparte estan un descampado donde aparcan coches, cada vez más así como se acerca la temporada, y están en contactos con vertidos varios, cristales, plásticos, etc. No quiero insistir a la policía demasiado, pero da la sensación de que los de Natura Parc nos están dando largas, esperemos que no.

Creo que como sociedad, deberiamos dar ser capaces de dar respuesta a situaciones de abandono animal como ésta, por muy inusual que sea. Muchas veces, como ciudadanos, sentimos impotencia, al ver que nadie parece hacer nada, y no me refiero a las personas de a pie, que se han preocupado de llevarles comida y bebida, y de notificar el hecho a las autoridades, sino a las instituciones, que de cara a la galería se llenan la boca hablando de la naturaleza y de civismo, pero luego parecen mirar hacia otro lado.