Señores y señoras del Govern balear, no teníamos bastante los sufridos ciudadanos con su pésima gestión de la economía que añaden una patética decisión más: la lengua.

Baleares es una región de España y el catalán, mallorquín, menorquín, ibicenco y formenterés (especifico porque ustedes solo nombran el catalán) no tiene que ser un impedimento añadido para nuestros sufridos médicos. Ya tienen un gran problema con la vivienda y el coste de la vida en Ibiza y ustedes mediocres politiquillos les quieren obligar a tener conocimiento del catalán. Los virus no entienden de idiomas, si ustedes o yo enfermamos, no exigiremos un médico que hable catalán, nos bastará con que sea un buen profesional para que nos cure.

Les expongo mí caso reciente relacionado con nuestra sanidad. Mi hijo Álex Caparrós enfermó de neumonía por coronavirus el día 20 de septiembre. Ingresó muy grave en el hospital de Can Misses después de haberlo llevado yo a urgencias al centro de salud de Vila del paseo Juan Carlos I.

¿Creen ustedes que yo pedí un médico que hablara catalán? ¿Creen ustedes que es más importante el idioma que la profesionalidad que demostraron desde que ingresó en urgencias hasta que lo llevaron en ambulancia adaptada hasta el hospital debido a su extrema gravedad? ¿Creen ustedes que yo exigí catalán a la entrañable y humana doctora que salió a explicarme la gravedad de mí hijo? Qué me importaba a mí si sabía o no hablar catalán.

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Durante los largos días que pasó ingresado, el doctor Oropesa (lo nombro con todos mis respetos y admiración) porque fue él quién me llamaba a diario para informarme de su estado, al principio con cautela porque dependía del tratamiento que le estaban aplicando.

El día que me comunicó que había superado el peligro y que mejoraría día a día, agradecía a Dios por tener unos profesionales de nuestra sanidad pública tan excepcionales.

A pesar de las trabas que tienen por vivir en nuestra isla, ellos desempeñan a rajatabla su trabajo con humanidad y buen hacer. Acumulan cansancio, están agotados, pero no dejan de animar y sonreír a sus pacientes. Señores políticos, es hora de tener en cuenta a estos ángeles que cuidan de nuestra salud. Es hora de que les apliquen un extra en sus nóminas para que puedan pagar sus alquileres y mantenimiento en la isla, que con sus sueldos no les llega. Es hora de que contraten más personal sanitario para que puedan tener un horario digno y menos estrenaste.

Referente al catalán, yo lo hablo y escribo, pero nadie me obligó a aprenderlo. Aprovecho la ocasión para dar las gracias en nombre de mi hijo y mío a todos los médicos, enfermeros, auxiliares y a todo el personal que forma parte de un lugar al que nadie quiere ir, pero que cuando nos toca, podemos ir con seguridad y esperanza de que seremos muy bien atendidos por excelentes profesionales aunque sepan, o no, hablar catalán, mallorquín, menorquín, ibicenco o formenterés.