Según el refranero, las deudas se pagan, tarde o temprano. Anuncia Periódico de Ibiza y Formentera el pasado 13 de agosto que el Govern terminará de pagar su deuda con el Gobierno el 2034. ¡Figúrense! La deuda de la que hablamos y que debemos al Gobierno es de 4.000 millones. Según ‘El Apunte’ del diario, dicha deuda, no cabe la menor duda, la tendremos que sufragar todos los habitantes de las Islas y asciende a 7.676 euros, que vienen arrastrando desde el 2021. ¿Cómo? Pues con los impuestos que vamos pagando constantemente todos, incluyendo trabajadores, empresarios, autónomos, etc.

Nos espera un otoño más caliente que este verano. Y los políticos, ¿qué aportan de sus suculentos sueldos? Hasta la fecha, que yo sepa, nada de nada, más bien al contrario. En los terribles tiempos de pandemia no soltaron ni un euro a favor de los ERTE. Decía que va a ser un otoño caliente, pero no es menos cierto que si no hacemos nada de nada, todo seguirá igual.

¿Qué hacer entonces? Cruzarnos de brazos y seguir como ahora, no. Debemos exigir a los que llevan el timón de la nave del Govern e instituciones más sobriedad y si puede ser, que se puede, reducir el número de asesores, directores generales, empresas públicas, personal de confianza, etc. El pueblo no sabe cuántos son y qué hacen. La consellera del ramo, según dice, tendrá que solicitar a los bancos más dinero para poder hacer frente a los vencimientos del 2023. Debe pensar, dicha consellera, que el placer de darlo a quien lo necesita es lo más bello que tiene el dinero.