Ojalá llegue el día que no los homosexuales, las lesbianas y los transexuales de todo el mundo que no tengan que reivindicar el orgullo de acostarse con quién les dé la gana y que no se vean obligados a divertirse en ghettos. Pero aun hoy esa tribu protege. Porque aun hoy sigue habiendo bárbaros. Sea como sea, los miembros del colectivo LGTB tienen sus barrios, sus locales de ocio, sus fiestas, sus hoteles, sus ‘días’ y sus eventos.

Ibiza Gay Pride. Algunos de esos eventos son excluyentes, otros no, pero casi siempre aportan imaginación y un tono transgresor. El Ibiza Gay Pride, que se celebrará entre el 8 y el 12 de julio en esta isla tan acostumbrada a la transgresión, será una nueva oportunidad para que ellos, y nosotros, nos lo pasemos en grande. Serán unos días locos, que acercarán a la isla varios miles de personas en busca de diversión y que evocarán aquella ‘tierra soñada’ por los homosexuales de medio mundo. Corrían los años postreros de la década de los 80 y los primeros ‘90’ y se respiraba libertad, buen rollo y un punto de sano desenfreno. Pero la cosa fue decayendo. Ellos se cansaron de Eivissa o quizá Eivissa se cansó de ellos. Buscaron otros espacios, los conquistaron, y algunos ya no volvieron. Tal vez es hora de que muchos de ellos vuelvan, si no atraídos por esos aires de libertad - ahora mucho más extendidos - que sea por todo lo que ofrece este rincón del Mediterráneo... y por la diversión también, por supuesto.

El turismo. Y luego está la parte más ‘interesada’, la turística. Como dijo el presidente Vicent Serra en una entrevista a este periódico, todo turista es bienvenido a Eivissa. Y el Ibiza Gay Pride atraerá a más de 10.000 visitantes (4.000 de los cuales ya han reservado plaza) y hará que unas 50.000 personas, según los cálculos de los organizadores, transiten, consuman y se entretengan en las calles y plazas de Vila. Todo un logro, todo un acontecimiento, que merece su continuidad.