Cairn Energy ha renunciado a realizar las prospecciones petrolíferas en el Golfo de Valencia, cerca de la costa de Eivissa. Así lo anunció el Ministerio de Medio Ambiente en una reunión, en Madrid, donde estaban presentes miembros de Alianza Mar Blava y técnicos del Consell d’Eivissa. La empresa solicitó a Industria la extinción de los permisos, concedidos en el año 2010 por el gobierno de Zapatero, que le habilitan para operar en aguas del Mediterráneo. Ahora se tiene que confirmar que se trata efectivamente de una renuncia. De ser así, se podrá archivar el expediente. Cabe recodar que el mismo Ministerio de Medio Ambiente estaba tramitando la declaración de impacto ambiental y que Mar Blava había denunciado a este organismo por prevaricación, debido al retraso en publicar dicho informe.

Un triunfo de la sociedad. Como bien apuntan desde la propia Alianza Mar Blava y también el presidente del Consell en funciones, Vicent Serra, esta marcha atrás en las intenciones de Cairn Energy es un triunfo consecuencia de la presión social, cuyo momento álgido fue la gran manifestación que se produjo en Eivissa en febrero del 2014. Una presión articulada por la sociedad civil y apuntalada por todos los partidos políticos de las Balears, sin excepción. Un triunfo, pues, del ‘pueblo’ que demuestra que decisiones que parecen inamovibles pueden girar cuando los ciudadanos se unen entorno a una causa.

No hay que bajar la guardia. Ahora toca estar alerta. Hay dos proyectos de prospecciones más en marcha -el de Spectrum en la zona denominada Mar Balear y el de Seabird, en el golfo de León- que siguen planeando en forma de amenaza sobre nuestro entorno. Convendría mantener la tensión, el pulso para conseguir, entre todos, que definitivamente se prohiban unas actuaciones que perjudicarían nuestro ecosistema, nuestro frágil equilibrio medioambiental. Hoy estamos de enhorabuena, pero nuestro futuro sigue estando en juego.