Quizás sea una obviedad decirlo y recordarlo, pero Podemos no ha ganado las elecciones en Eivissa. Ni siquiera ha sido el segundo partido más votado. Sin embargo, el protagonismo que está jugando en las negociaciones para futuros pactos ha convertido a Podemos en una pieza indispensable que puede ir en contra del resto de partidos. No es lógico ni razonable que Podemos pretenda imponer sus políticas, ni sus gestos populistas, ni que aspire a pactar con el PSOE pero a la vez fiscalizar la gestión de sus futuros pactos. Es posible que no lo sepan en Podemos, donde hay gente con nula experiencia política, pero las instituciones cuentan con órganos que fiscalizan las cuentas.

Pacto a cualquier precio. Es lícito que el PSOE intente recuperar la presidencia del Consell d’Eivisa porque el PP ha perdido la mayoría absoluta. En este mismo diario hemos subrayado los errores del PP durante la pasada legislatura, muchos de Bauzá y algunos de los dirigentes de Eivissa que no han sabido cohesionar el partido, pero ¿será bueno para los ibicencos un pacto a cualquier precio para evitar que el PP no gobierne? De momento, los inputs que llegan de las negociaciones es que Podemos exije mucho más de lo que sería razonable y, además, trata al resto de partidos como si fuesen una banda de delincuentes. Esto no es admisible.

Legislatura complicada. Si finalmente se cierra un pacto entre Podemos y PSOE, que es ahora el camino más probable, estamos en condiciones de aventurar una legislatura muy complicada, con posibles rupturas y desmarques. Si además estos pactos dependen del resultado de las elecciones generales, lo que pueda ocurrir el año que viene puede ser muy preocupante. Y, tal y como se dibuja el futuro político de Eivissa, no sería de extrañar que el PSOE, el futuro gobierno de Vicent Torres, tenga que recurrir a los votos del PP para sacar temas pendientes para la isla ¿Qué piensa Podemos de la reforma de la carretera de Santa Eulària? Es solo una cuestión, pero hacen falta decisiones valientes y pensamos que Podemos está llevando las negociaciones a unos extremos que no son buenos para nadie.