No se puede basar la negociación para pactar la gobernabilidad del Consell d’Eivissa en qué deben cobrar los cargos públicos. Precisamente este debate, el de los sueldos, provocó el viernes por la noche que los dirigentes socialistas se levantasen de la mesa y no siguiesen negociando. En un duro comunicado, Podemos dijo que el PSOE prefiere que gobierne el PP a bajarse los sueldos, un mensaje erróneo y, sobre todo, muy demagógico. Sin embargo, el espectáculo que protagonizaron PSOE y Podemos, especialmente estos últimos, es muy perjudicial para los ciudadanos. Los sueldos públicos están hoy bastante ajustados y son razonables por la responsabilidad que tiene un cargo político que gestiona muchos millones de euros.

El debate sobre la ‘casta’. Lo que ha hecho Podemos en la negociación es llevar a la mesa donde se tienen que cerrar acuerdos de gobernabilidad sus debates asamblearios que, por desgracia, se alejan mucho de la realidad política. ¿No merece un político que gestiona 30 o 40 millones cada año tener un sueldo de unos 60.000 euros brutos, que al final se quedan en poco más de 30.000 euros netos? ¿No es mejor pagar dignamente a los políticos y evitar que tengan tentaciones? El debate de los sueldos es un asunto menor y es lamentable que no se analicen otros asuntos mucho más importantes para Eivissa como el problema del agua o qué pasará con la carretera de Santa Eulària.

Un mal comienzo. Es bastante probable que PSOE y Podemos lleguen a un acuerdo para gobernar el Consell d’Eivissa, si bien estas relaciones iniciales son preocupantes de cara a la gobernabilidad de la institución. Mucho nos tememos que estos episodios se reproducirán durante la legislatura. El PSOE, un partido bregado en la gestión y con experiencia, intentará abordar cuestiones que serán bloqueadas por sus futuros socios. Al final, estas disputas internas serán negativas para los ciudadanos. Cuando aún faltan muchos días para elegir al nuevo presidente del Consell d’Eivissa, no sería mucho pedir que impere la cordura en las negociaciones. Menos espectáculos y más debate sobre temas prioritarios para los ciudadanos de esta isla.