El refuerzo de agentes de la Policía Nacional y la Guardia Civil para este verano en Balears será de un 23 % superior al de 2014. Así lo confirmó la delegada del Gobierno, Teresa Palmer, quién también detalló que se incidirá en las unidades de seguridad ciudadana y las áreas dedicadas a tráfico, servicio marítimo, brigada móvil, guías caninos, suelo y la unidad de antidisturbios y grupos especiales que van trabajar sobre todo en las zonas más conflictivas: Playa de Palma y Calvià, en Mallorca, y Sant Antoni de Portmany. «Son las zonas que más preocupan, las que más refuerzo acogerán y donde se prestará especial atención», ha asegurado Palmer que, cuando habla de ‘grupos especiales’ en realidad se está refiriendo a unidades de agentes antidisturbios.

Reclamación. La presencia de estas unidades antidisturbios ha sido una reclamación de la junta de seguridad de Portmany, con la exalcaldesa del municipio, Pepita Gutiérrez al frente. Aún no sabemos si los actuales ediles, liderados por el socialista Pep Tur ‘Cires’ pensaban mantener la reivindicación. Lo que sí está claro es que la mejora de la seguridad es urgente en el pueblo, especialmente en el centro donde se congrega el turismo llamado ‘de borrachera’. La zona del West End y los aledaños precisan de medidas efectivas para evitar la sensación de caos que a veces se vive en la noche portmanyí. Esas medidas pueden pasar por, efectivamente, una mayor presencia policial en las calles, pero también por la mejora de otros aspectos.

Oferta. Uno de los factores que ayudaría a evitar el desmadre -botellón, ‘balconing’, peleas callejeras, hurtos...- sería dignificar la oferta hotelera. Algunos establecimientos exprimen los precios al límite y comercializan paquetes que invitan al consumo continuo de alcohol. Si los hoteles y apartamentos se respetan a sí mismos y hacen cierta pedagogía con sus clientes es más probable que éstos también respeten las instalaciones y el entorno de las mismas, es decir, las calles del municipio.