Buena parte de la negociación entre PSOE y Podemos para conformar el gobierno del Consell d’Eivissa estuvo centrado en los sueldos de los altos cargos. Podemos, especialmente, consideraba que había que hacer un gesto de cara a la ciudadanía, una muestra de transparencia, y llegó a plantear que los altos cargos se bajasen el sueldo un 25%. El PSOE optó por ser mucho más moderado y apenas entró en el debate. El propio Vicent Torres lo recordaba el otro día en la entrevista concedida a este diario. Al final, los sueldos han bajado un 5%, muy lejos del 25% que pedía Podemos. El ahorro era evidente, pero no es, ni mucho menos, lo que se había prometido durante las negociaciones. Además, una de las cuestiones que se vendieron al principio era que habría menos consellers en relación al gobierno del PP.

Siete directores generales. Finalmente, el número de altos cargos esta legislatura superará a la anterior. Hay menos consellers, es cierto, pero por contra se pueden contabilizar hasta siete directores insulares, cargos que no había la pasada legislatura. Se ahorran en sueldos de consellers, pero hay que pagar directores insulares. El balance está claro. Frente al gran debate de la austeridad del inicio de las negociaciones, especialmente por parte de Podemos, la realidad es caprichosa: los cargos políticos costarán más esta legislatura que la anterior.

Debate estéril. El debate sobre los sueldos de los políticos se presta a hacer mucha demagogia. Los altos cargos deben estar correctamente remunerados ya que su responsabilidad es alta y eso tiene un precio. Políticos mal pagados es un síntoma de que el sistema no funciona. Tampoco es demasiado relevante si este gobierno tiene tres o cuatro altos cargos más que el anterior, pero quizás sí conviene insistir en que estos partidos que han llegado para cambiar todas las estructuras, abrir puertas, ventanas, y dejar en evidencia todo lo que se ha hecho hasta ahora, al final se tienen que adaptar a la realidad. Si hacen falta directores insulares, hay que nombrarlos. Lo que quieren los ciudadanos son instituciones que funcionen y no debates demagógicos que no llevan a ningún lugar.