Este diario publicaba ayer una de aquellas noticias que te alegran la mañana. Una compañía de telefonía móvil había indemnizado con 7.000 euros a un empresario ibicenco. El motivo, tan elemental, que este empresario había sido incluido injustamente en la lista de morosos. La compañía que indemnizará exigía al empresario más de 5.000 euros y la permanencia. Lo de siempre. Fernando Castillo llevó su caso a un abogado y ha ganado. Además de perdonarle la deuda, Fernando recibirá algo más de 7.000 euros en concepto de indemnización, pero seguramente todo lo que ha vivido en estos tres años es difícil de compensar. Fernando no ha podido acceder a créditos por estar de forma injusta en una lista de morosos. Y eso para un empresario es un gran quebranto económico. Imagino que habrá en esta isla muchos ‘fernandos’ que, ante estas injusticias, habrán pagado para no tener mayores problemas y evitar las listas de morosos. Pero gracias a estos gestos la sociedad avanza, las grandes compañías desisten en abusar de los consumidores, y los usuarios estamos más protegidos en el futuro. Con los bancos ha pasado lo mismo. El abuso en las comisiones y las cláusulas hipotecarias han acabado por ser tumbadas por los tribunales. Pero para que eso ocurriera ha hecho falta gente valiente, que ha perdido mucho tiempo, y dinero, en librar una batalla no siempre fácil. En el caso de las compañías de telefonía todos hemos sido víctimas alguna vez de codiciosas ofertas de terminales maravillosas que no han resultado más que trampas para tenernos varios años atados, muchas veces con precios abusivos, y sin ninguna protección como consumidores. Afortunadamente, las cosas están cambiando. Ya era hora. Gracias, Fernando.