El pasado fin de semana este rotativo publicó que numerosos residentes en Formentera han tenido que abandonar la isla por la falta de alquileres de para todo el año. Una situación que también se da en Eivissa. La gran estacionalidad turística de las Pitiüses provoca que durante el verano la demanda de vivienda en nuestras islas sea abismal, por lo que los propietarios de pisos, casas de campo y apartamentos lo tienen muy fácil para ganarse una renta elevada durante unos pocos meses que difícilmente conseguirían con un alquiler anual.

Sin control. Esto evidencia el poco control por parte de las administraciones de este tipo de actividad ‘alegal’. Si bien existe una regulación acerca de las viviendas turísticas, su control es prácticamente inexistente. Esto significa que cualquiera puede poner un anuncio de alquiler en internet por días o semanas sin tener ningún tipo de permiso administrativo y compitiendo de manera desleal con los que sí la tienen y han tenido que cumplir una serie de requisitos para acceder a ella. Esta situación, junto con otras prácticas abusivas que se dan en las Pitiüses sobre todo en temporada estival, provoca una sensación de que en Eivissa y Formentera todo está permitido que no nos beneficia en absoluto.

Compatibilidad. Los pitiusos queremos que sigan viniendo cuantos más turistas mejor, pero para ello tenemos que darles el mejor de los servicios posibles. Y esto es imposible sin trabajadores que los ofrezcan. Pero muchos se ven obligados a renunciar a trabajos en Eivissa y Formentera porque les resulta imposible encontrar una vivienda a buen precio. Que a nuestras islas vengan turistas de alto nivel adquisitivo tiene que ser compatible con que se ofrezcan alquileres a buen precio. Si esto no es así, podemos morir de éxito.