El tema de es Martell es uno de esos asuntos que han ocupado muchas páginas de diario, y muchos minutos en televisión y radio. Parecía claro que era uno de los pocos asuntos en que los distintos partidos políticos podían alcanzar un acuerdo, llegar al consenso para buscar el mejor proyecto para la ciudad. De hecho, eso fue lo que ocurrió la pasada legislatura. Hasta en tres ocasiones los partidos políticos consensuaron una propuesta para es Martell. En todas ellas apostaron por una plaza, sin edificio, para darle mayor protagonismo a los ciudadanos en el puerto de Vila, crear un nuevo espacio donde ahora hay un edificio obsoleto y que desentona con el nuevo paisaje portuario.

Olvido. Lamentablemente, el gobierno municipal ha alcanzado un acuerdo con la Autoritat Portuària para que en es Martell haya un edificio y una plaza. El acuerdo del gobierno que dirige Rafel Ruiz ha olvidado todo aquel gran consenso de la pasada legislatura, donde precisamente el hoy alcalde socialista era el más combativo, el más intransigente, el que más exigía un acuerdo entre todos para es Martell para que no se impusiese la voluntad de la Autoritat Portuària. Al parecer, el consenso solo sirve para cuando un partido está en la oposición, pero no al revés. El gobierno de Vila se ha equivocado gravemente al no intentar consensuar una nueva propuesta con el resto de partidos.

Una solución. Es posible que el proyecto de construir un edificio y una plaza en es Martell sea el único posible, que la Autoritat Portuària tuviese el proceso administrativo muy avanzado y dar marcha atrás hubiera implicado problemas para la entidad. No hay nada que decir, pero sí es sorprendente lo combativos que eran algunos partidos cuando el presidente de la APB era Alberto Pons, nombrado por el PP, y lo dóciles y pactistas que lo son ahora cuando el que preside el organismo portuario ha sido elegido por Francina Armengol. El equipo de gobierno de Vila se ha equivocado gravemente.