Las elecciones generales han dejado un claro resultado en Eivissa. El PP repite como el partido más votado, pero Podemos ha desplazado al PSOE como segunda fuerza. Los socialistas, que presiden el Consell, y dirigen los ayuntamientos de Vila, Sant Antoni y Sant Josep, han sufrido un importante revés en estas pasadas elecciones. Era previsible que Podemos creciese, pero era difícil de imaginar que superase el PSOE con tanta autoridad.

Responsabilidad. A partir de ahora hay que dejar que la política nacional vaya por un lado y la insular y local por otro. Podemos, que cada vez tiene más fuerza electoral, no puede utilizar el resultado del domingo para intentar sacar rédito en los gobiernos en los que participa en las Pitiüses. No sería lógico, en ningún caso, que intentasen aprovechar su posición de fuerza, su mayor apoyo social, para intentar desmarcarse del gobierno que preside el socialista Vicent Torres. Sería deseable que todo siguiese igual y que a la hora de tomar decisiones se adoptasen pensando en los ciudadanos y no en las próximas elecciones. Podemos tiene mucho margen de maniobra. Este partido dirige importantes áreas de gobierno en el Consell y, hasta ahora, sus consellers tienen un notable protagonismo. No parece, al menos aparentemente, que el PSOE intente eclipsar a sus socios de gobierno ni tampoco que haya trabas internas entre un partido y otro.

Un peligro. En los gobiernos de coalición siempre hay tensiones. De hecho, en los mismos partidos se producen fricciones entre los dirigentes del mismo color, pero lo que no debería ocurrir en ningún caso es que, tras el resultado del domingo, los dirigentes de Podemos intenten buscar su propio perfil, bloquear temas de interés general que tiene que impulsar el Consell, y que no actúe con lealtad con sus socios de gobierno. El pasado verano tomaron la decisión de votar la investidura de Vicent Torres y ahora lo que toca es actuar con prudencia, pero con mucha responsabilidad.