La tensa situación vivida en el pleno del Consell d’Eivissa de este viernes hace presagiar que vienen semanas de turbulencias políticas, acrecentadas por la convocatoria de elecciones generales a celebrar en junio. Es este un contexto propicio para que dos formaciones como el PSOE y Podem, tras el fiasco de las negociaciones entre Sánchez e Iglesias, marquen distancias y con el punto de mira fijado en la próxima cita electoral, compitan por el electorado de izquierdas.

Movilidad. El núcleo de las divergencias entre PSOE y Podem radica en el modelo de movilidad y carreteras que ambos partidos defienden. Desde Podem no se ha querido votar a favor de un Plan Director Sectorial de Carreteras que dejó redactado el Partido Popular y contra el que el PSOE votó en contra en 2014, pese a que ahora vota a favor. Este cambio demuestra una vez más que se dice una cosa estando en la oposición y la contraria cuando se ostenta responsabilidad de gobierno. Podem no ha querido pasar por ahí, por mucho que urja la reforma de la carretera de Santa Eulària y el desdoblamiento de Ca na Negreta. Pero la formación que lidera en Eivissa la vicepresidenta primera del Consell, Viviana de Sans, ha ido mucho más allá al criticar severamente al PSOE por su modelo de movilidad, por los muchos recursos que se destinan a reformar carreteras y los pocos que se invierten en transporte público.

Gobernabilidad. Lo que hizo Podem-Guanyem acusando al PSOE de incumplir los acuerdos de gobernabilidad, es una moción de censura encubierta que en buena lógica les hubiera llevado a dimitir de sus cargos y dejar a Vicent Torres gobernar en minoría. Claro que eso exigiría abandonar las poltronas en las que se encuentran instalados y los sueldos públicos que los cargos de Podem cobran cada mes, pero no es fácil llegar a ese nivel de heroicidad. Podem pretende criticar públicamente al PSOE durante el pleno y al terminar, sentarse en la mesa del Consell Executiu como si nada hubiese pasado, en un inaudito ejercicio de incoherencia política. Los cargos de Podem deben dimitir y si no lo hacen, como es de prever, Torres debe presentar una cuestión de confianza.