No parece que sea tan complicado consensuar las medidas relacionadas con el puerto de Vila. Cualquier decisión que se adopta es objeto de protestas de los distintos colectivos. Ahora se ha vuelto a generar un conflicto porque a partir del lunes se prohibirá LA entrada a los vehículos en el puerto. Y los camiones solo podrán entrar en horarios de carga y descarga. Los comerciantes no están de acuerdo con esta medida y temen que sus negocios se vean afectados por estas limitaciones. Hace unos días sabíamos que el Ayuntamiento de Vila había prohibido el paso de taxistas y que es Martell se convirtiese, de manera provisional, en un parquin.

Decisiones consensuadas. No parece lógico que un ayuntamiento como el de Vila no intente consensuar las medidas relacionadas con el puerto. Porque el puerto es un espacio para los ciudadanos sí, pero uno de sus principales atractivos es la actividad empresarial que existe en la zona. ¿Alguien se imagina un puerto sin comercios ni restaurantes? ¿Tendría el mismo atractivo el puerto sin los actuales negocios? No se trata de convertir el puerto en una zona para coches, pero sí hay que intentar conjugar la actividad empresarial y el espacio para los ciudadanos. Por supuesto, cualquier medida debería ser consensuada con los vecinos y ahí parece que el Ayuntamiento de Vila no ha tenido la sensibilidad necesaria con los vecinos. Y la APB tampoco. Si los comerciantes están molestos tendrán sus motivos.

Alcanzar acuerdos. Todavía hay tiempo para el diálogo. Estamos en el mes de mayo y tanto el Ayuntamiento de Vila como la Autoritat Portuària deben escuchar las demandas de los comerciantes. Vila dice que la Autoritat Portuària actúa con poca flexibilidad, pero es evidente que un puerto sin actividad comercial sería un puerto muy diferente. Y las instituciones no pueden boicotear de forma continuada la actividad empresarial, perjudicar a todos aquellos comerciantes que pagan altas rentas e impuestos para poder mantener sus negocios en el corazón de Vila. Nunca debe renunciarse al consenso.