La alianza estratégica de Podemos, Més y Esquerra Unida en Balears para las próximas elecciones generales del 26-J será la apuesta más novedosa y arriesgada de los comicios. Esta confluencia de intereses políticos puede acarrear una profunda recomposición de todo el mapa electoral visto desde 1977. La coalición que se llamará Units Podem Més incorpora ingredientes propios al acuerdo estatal entre Podemos e Izquierda Unida que han sellado Pablo Iglesias y Alberto Garzón. La formación ecosoberanista de Més también se suma a esta nueva oferta, que además de frenar la posibilidad de una reválida del PP en el poder estatal también quiere marcar una nueva orientación en la izquierda ampliando su ventaja al PSOE en las urnas.

Voz propia. Aunque sólo sea durante dos años –en virtud del acuerdo alcanzado entre las tres formaciones–, las posibilidades de que Balears –por medio de Més– tenga en el Congreso un diputado dispuesto a defender los intereses de las Islas sin compromisos ajenos es una oportunidad única. La experiencia previa, cuando Pere Sampol –en representación del PSM– fue senador autonómico, ya permitió disponer de un altavoz de las reclamaciones ciudadanas de Balears en el corazón del Estado. Ahora, con la opción al Congreso de la coalición de Podemos, Més y Esquerra Unida la eventual representación territorial balear gana peso en Madrid. Toda la candidatura queda impregnada de ese compromiso.

Tensiones internas. La candidatura conjunta de Podemos, Més y Esquerra Unida ha generado la lógica tensión entre sus respectivas militancias. La aproximación de las tres formaciones ha obligado, sin duda, a superar suspicacias entre los tres socios; asperezas que no se han ocultado durante todo el proceso de negociación. Queda por delante el veredicto de los ciudadanos en las urnas de esta novedosa propuesta electoral, la cual puede dibujar un nuevo paisaje político en las Islas para los próximos años.