Un estudio realizado por el Centro de Predicción Económica (Ceprede), que integra prestigiosos analistas del país, sitúa a Balears como una de las regiones españolas que más efectos adversos sufrirá por el proceso la salida de Gran Bretaña de la Unión Europea, el llamado ‘Brexit’, que está previsto que culmine en diciembre de 2018. Las Islas, junto con Canarias, serán las comunidades más castigadas, no en balde ambas son destinos turísticos preferidos del mercado británico; circunstancia que acrecienta la incertidumbre respecto a las consecuencias de la desconexión de las instituciones europeas.

Exportaciones y residentes. El ‘Brexit’ genera una lógica preocupación en los sectores más vinculados con Gran Bretaña en materia económica, área en la que destacan –exceptuando las derivadas del sector turístico– las vinculadas a las exportaciones en el sector primario, como son la patata, la piel, el vino y el aceite. Además, la desconexión de la Unión Europea dejará en una situación compleja la numerosa colonia británica en Balears, canalizadora de un importante flujo de inversiones que, aunque sólo sea de manera cautelar, quedará detenido. La implantación de aranceles, la libre fluctuación de la cotización de la libra, la consideración de extranjeros a los residentes británicos –con su efecte sobre las prestaciones sociales a las que ahora tienen derecho–, ... Son impactos a evaluar con el tiempo, pero que a buen seguro no serán positivos.

Los turistas, la clave. El vicepresidente y titular de la Conseleria de Turisme, Biel Barceló, ya ha anunciado la realización de campañas para que Balears no pierda la privilegiada posición que ocupa entre los británicos como destino para sus vacaciones. En este terreno es trascendental la capacidad de anticipación que pueda tener el conjunto del sector turístico balear, con el Govern a la cabeza, para mantener el liderazgo actual; incluso ante la etapa de incertidumbre que se avecina. Es el momento de demostrar, otra vez, la capacidad de adaptación a todas las circunstancias.