La banda que se dedicaba a robar casas en Eivissa mientras los propietarios dormían ya está en la calle. El Ministerio Fiscal solicitó libertad con cargos para los cinco detenidos en el marco de la ‘Operación Port Torrent’, un asunto muy grave ya que entre los implicados se encuentra un miembro de la guardia civil. El juez de guardia tuvo que poner en libertad a los cinco acusados, una decisión sorprendente porque se puede considerar que los detenidos representan una amenaza para la sociedad, pero además existe otro elemento mucho más importante. Un agente de la guardia civil puede hoy mismo volver a su puesto de trabajo tras ser acusado de dar información a una banda de ladrones. Es una situación muy complicada y, evidentemente, hay mucha indignación en la calle contra la decisión del Ministerio Fiscal. Las redes sociales son un termómetro de este malestar popular.

Ir a la cárcel. Las decisiones judiciales tienen que poder ser cuestionadas. En una sociedad madura democráticamente, todas las estructuras del Estado deben poder ser analizadas y criticadas. No es nada extraordinario ni grave que se pueda cuestionar la actuación del fiscal y tenemos hechos muy próximos donde se ha criticado la postura del Ministerio Fiscal. Por ejemplo, la no imputación de la infanta Cristina por el ‘caso Nóos’. Pero el caso de la ‘operación Port Torrent’ es mucho más grave. Porque está en juego la seguridad de los ciudadanos de Eivissa. Está en juego que esta banda, hoy en libertad, pueda seguir actuando desde la impunidad en los próximos días.

Desmoralización. Hechos como los vividos con los cinco detenidos en la ‘operación Port Torrent’ no es la primera vez que se producen. Es un secreto a voces que desde la Policía Nacional y la Guardia Civil existe una cierta desmoralización ante la postura del Ministerio Fiscal y algunos jueces de Eivissa. Que no comprenden que, con episodios delictivos tan evidentes, se pone de patitas en la calle a delincuentes que constituyen una amenaza para la sociedad ibicenca. Hace algunas semanas informábamos de la puesta en libertad de otros ladrones acusados de protagonizar decenas de robos, pero no tiene sentido que una operación tan contundente como la realizada hace unos días por la Guardia Civil acabe con cinco delincuentes en la calle. La Justicia no siempre es infalible.