El cambio de ubicación de la estación marítima de Formentera en Vila ha sido una de las mejores noticias de un verano cargado de tensión por el debate turístico, el supuesto colapso y los problemas en la costa. Sin embargo, hay que valorar de forma muy positiva que todas las instituciones afectadas se hayan puesto de acuerdo para encontrar una ubicación que contente a los habitantes de Formentera. Aunque pudiese parecer excesivo en un principio, hay que reconocer que la presión ejercida por Formentera ha dado sus frutos. El Consell al completo, con el apoyo de la sociedad civil, es el gran responsable de que la estación marítima prácticamente se mantengan donde está, en pleno centro de Vila, con las comodidades que ello supone para todas las personas que llegan a la pitiusa mayor desde Formentera.

Buena solución. Aunque la Autoritat Portuària no es una institución muy apreciada en Eivissa históricamente, hay que admitir que el actual presidente, Joan Gual de Torrella, ha tenido la sensibilidad necesaria para alcanzar un acuerdo que no implicase un enfrentamiento con Formentera. No era bueno ni para los formenterenses ni para los ibicencos una pelea por la ubicación de la estación marítima, si bien el Ayuntamiento de Vila tenía mucho que decir porque, al fin y al cabo, lo que se hace es regular un espacio situado en la ciudad. En este aspecto, también hay que valorar positivamente la sensibilidad mostrada por el Ayuntamiento de Vila para alcanzar un acuerdo que contente a todos.

La escenografía. Lo que sí ha sorprendido es la escenografía del acuerdo, que la reunión definitiva se celebrase en el despacho de la presidenta del Govern, Francina Armengol. Hubiese sido mucho mejor que el acuerdo final se escenificase en alguna de las dos islas, sobre todo porque todos los políticos, ibicencos y formenterenses, no se cansan de reclamar más protagonismo a las islas frente al centralismo de Mallorca. En esta ocasión se ha errado en la puesta en escena. Imaginamos que Armengol ha querido asumir una parte del éxito, pero le ha hecho un flaco favor a sus compañeros Vicent Torres, Rafa Ruiz y Jaume Ferrer. Sin embargo, lo importante ahora es que la nueva estación se ponga en funcionamiento lo antes posible.