En el proceso de negociación abierto por el Partido Popular para recabar apoyos para la investidura de Mariano Rajoy como presidente del Gobierno se ha incluido a Coalición Canaria, formación regionalista con una sola diputada en el Congreso, Ana Oramas. A pesar de su escasa representación política, Coalición Canaria ha logrado arrancar un importante paquete de reformas y beneficios para Canarias si Rajoy revalida el cargo. No es la primera ocasión que los regionalistas canarios consiguen importantes réditos políticos para su comunidad con sus votos clave, con independencia del color político del candidato; un escenario que Balears nunca ha podido compartir.

Trato diferencial. Los partidos regionalistas han logrado en diversas ocasiones comprometer importantes ventajas en los debates de investidura, en especial cuando los candidatos –Felipe González o ahora Mariano Rajoy– han tenido que exprimir los apoyos en las sesiones de investidura, una circunstancia que Coalición Canaria no ha desaprovechado: un total de quince medidas comprometidas por un, todavía hipotético, Gobierno presidido por el candidato del PP. Mejora del régimen fiscal, reforma del Estatuto de Autonomía, fórmula especial de financiación, subvención de hasta el 75 por ciento en los billetes de avión y barco cuyo importe no podrá superar los 30 euros, defensa de región ultraperiférica ante la UE... Todo un paquete del que sus principales y directos beneficiarios serán los canarios.

Insensibilidad hacia Balears. Cabe preguntarse el sentido de responsabilidad de unos gobernantes que aceptan, cuando se enfrentan a la investidura, unas condiciones que niegan a otras comunidades en condiciones similares. Sin embargo, éste es el resultado del juego político al que Balears no tiene acceso puesto que todos sus representantes en el Congreso, así ha sido desde 1976, han estado sometido a las férreas disciplinas de partidos de ámbito estatal.