Eivissa31/01/17 4:00
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Los partidos de la izquierda aún no se han puesto de acuerdo para elegir a la persona que presidirá el Parlament tras la dimisión forzada de Xelo Huertas. Hay muchos nombres que están circulando, algunos inquietantes, y que podrían mantener la incertidumbre en la institución más importante de Balears. Podemos, una vez ha perdido dos diputados, sigue aspirando a presidir la Cámara. Y Armengol está dispuesta a mantener el acuerdo aunque ese pacto suponga un riesgo para la estabilidad institucional. No parece que ni Balti Picornell, con mínima experiencia y poca formación, reúna el perfil idóneo para el cargo. Tampoco Laura Camargo, política con un perfil muy radical que nada ayudará a mantener la estabilidad en la Cámara balear.

Elegir bien. El portavoz de Més en el Parlament, David Abril, ha reconocido que no todo el mundo puede presidir el Parlament. Tiene razón. Debe ser una persona formada, con unos ciertos conocimientos jurídicos, pero sobre todo que tenga en cuenta la importancia de la institución. Lamentablemente, la etapa de Xelo Huertas ha dejado la imagen del Parlament por los suelos y el trabajo que hay que hacer a partir de ahora requiere mucho consenso y moderación. Podemos no tiene candidatos para ocupar esa silla. Sus diputados, ya de sobras conocidos por sus salidas de tono en las redes, pueden ser calificados con muchos adjetivos, pero no son moderados. Por lo tanto, urge que Armengol ponga sobre la mesa un candidato de consenso que garantice que en lo que resta de legislatura no habrá más shows en la Cámara.

Silvia Tur. La formenterense Silvia Tur es otro nombre que suena para presidir el Parlament. Hay dos problemas. El primero, que al ser presidenta de la Cámara no podría presentar iniciativas sobre Formentera. En segundo, que será procesada por el tema de Punta Prima. Los jueces solo tienen que fijar fecha para el juicio. Y no parece que una presidenta del Parlament en el banco de acusados sea la mejor imagen para la Cámara. Cualquier paso que se dé tiene que estar muy meditado. Porque lo que ha ocurrido hasta ahora, mejor olvidarlo.