La crisis institucional en la cual se encuentra inmerso el Parlament está poniendo al borde de la ruptura el Pacte. Así lo entiende uno de sus socios principales –Podemos– ante el veto de PSIB y Més a la propuesta de que sea su diputado ‘Balti’ Picornell el que asuma la presidencia que ha dejado vacante Xelo Huertas. La tensión de las relaciones que mantienen en estos momentos las diferentes fuerzas progresistas que apoyan el Govern puede acabar poniendo en peligro la estabilidad política en Balears. La intransigencia en las posiciones que defienden los diferentes actores, reflejo de la evidente desconfianza mutua, hace muy difícil una salida negociada al colapso que se ha alcanzado en la búsqueda de un nuevo presidente de la Cámara.

Acabar con el espectáculo. Podemos, que plantea la opción de ‘Balti’ Picornell como la única posible para ocupar la presidencia del Parlament, debería ser muy consciente de su responsabilidad en el fenomenal y lamentable espectáculo en el cual se encuentra inmerso el principal foro de representación política de los ciudadanos de Balears. Con el precedente de Huertas, los recelos y prevenciones del PSIB y Més no son gratuitos. De hecho, en el fondo del debate no se cuestiona si Podemos debe o no seguir detentando el cargo –a pesar de su pérdida de representación parlamentaria con dos diputadas menos–; la cuestión radica en la designación de una persona con el perfil más idóneo y que, además, garantice que no se volverán a repetir episodios como los que han desencadenado esta situación.

El ‘no’ de Camargo. Podemos debe ser consciente de la trascendencia de su papel en el Parlament y que debe ejercer siempre con responsabilidad. La negativa de Camargo a asumir la presidencia podría esconder la defensa de intereses personales, una actitud que dice poco en favor de su compromiso político. Aunque no se puede descartar que el PSIB opte por Camargo para librarse de una portavoz incómoda para el Govern.