El Consell d’Eivissa anunció ayer a través de un comunicado que pondrá en marcha un grupo de informadores o ‘chivatos’ para que detecten los pisos turísticos que hay en la isla. Sin duda se trata de un nuevo episodio, en este caso bastante llamativo, sobre la política de control de esta actividad en Ibiza. La idea consiste en crear una plantilla de informadores que visitará las zonas turísticas y no turísticas para dectectar los pisos turísticos y después advertirán a los propietarios de las sanciones a las que pueden hacer frente. Se trata, sin duda, de un nuevo bandazo a la errática política del Consell d’Eivissa con los pisos turísticos. El problema, lejos de aliviarse, ha empeorado en el último año. Va a más.

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Más información. El propio Consell explicaba en la nota hecha pública ayer que tiene limitaciones para contratar personal, por lo que los informadores deberían ser voluntarios ya que la ‘ley Montoro’ impide ampliar las plantillas. Sería recomendable que la institución insular aclare en los próximos días qué personas se encargarán de informar sobre los pisos turísticos que hay en la isla y, si lo hacen, si cobrarán por ello. Mientras no se aclaren estos detalles poco se puede confiar en la efectividad de esta nueva propuesta. Valoramos positivamente la intención del Consell de regular este problema, pero harían falta otros instrumentos legales mucho más concretos. El propio Consell defiende que para frenar estas actividad bastaría con modificar la Ley de Arrendamientos Urbanos, si bien algunos juristas rechazan estas tesis.

Otro año igual. Hagan lo que hagan los informadores, todo parece indicar que los pisos turísticos acogerán a miles de turistas este verano. No hay que culpar a los propietarios de pisos por ello ya que la ley es ambigüa y cualquier dueño de un inmueble lo que quiere es sacar el máximo rendimiento. Pero sigue siendo un poco esperpénticos los bandazos que dan las instituciones, tanto el Govern como el Consell con esta problemática. Demasiada confusión, pocas soluciones y ahora, con los ‘chivatos’, ideas que no hacen más que confirmar que no encuentran solución al problema.