El informe elaborado por el Servei de Informació Territorial de les Illes Balears (SITIBSA), dependiente de la Conselleria de Territori del Govern, pone de manifiesto una realidad preocupante en Ibiza y Formentera. Y es que se trata de las islas con menos capacidad de crecimiento en viviendas. En este sentido, en Balears existe suelo urbano y urbanizable disponible para poder construir 144.460 viviendas de las que 17.202 se podrían construir en Ibiza y 629 en Formentera. Según los cálculos del Govern, este conjunto de viviendas construidas supondría un aumento poblacional de 364.505, un 33% más que la cifra actual (1,1 millones de habitantes). Por islas, la capacidad de población en suelo vacante urbano y urbanizable es de 43.348 personas más en Ibiza y 1.508 en Formentera. En otras palabras, el informe del Ejecutivo autonómico muestra que hay suelo para construir viviendas para los próximos 34 años en el conjunto de las islas, cifra que se reduce a los 15 años en el caso de Ibiza y a los cuatro en el caso de Formentera.

Realidad pitiusa. La realidad pitiusa es que continúa siendo el motor económico del conjunto de Balears, lo que a su vez genera que cada vez más gente quiera venir a Ibiza y Formentera a buscar trabajo y labrarse un futuro, a lo que hay que sumar aquellos extranjeros que buscan en las Pitiusas una segunda residencia, entre otras situaciones. Los datos del padrón así lo demuestran: las Pitiusas no paran de sumar nuevos habitantes. Este año se están visibilizando más que nunca los problemas para encontrar un techo bajo el que vivir y la realidad es que hacen falta pisos en las Pitiusas.

Reflexión. El conseller Marc Pons afirmó ayer que hay suelo suficiente para dar salida a la demanda de vivienda en las islas y apuesta por hacer un esfuerzo para proteger el suelo rústico. Ibiza y Formentera deben reflexionar y encontrar la fórmula más adecuada para dar salida a toda la demanda de vivienda que existe en la actualidad, y que parece que seguirá creciendo, y conjugarla al mismo tiempo con la sostenibilidad y la mejora de infraestructuras como las depuradoras.