Lo peor de un partido radical y antisistema como Reinicia es que al llegar a un gobierno no sepan asumir un nuevo rol, más responsable e institucional. Sin embargo, en los casi dos años que llevan en el poder los concejales de Reinicia, que ocupan cargos gracias al PSOE y el PI, no han dejado de dar muestras de que no pueden dejar el estigma de partido radical, y actúan desde el poder como fanáticos en contra de todos aquellos que no comulgan con sus ideas o que no les ríen las gracias.

Irregularidades. En el episodio de las irregularidades detectadas por el interventor han vuelto a actuar con ligereza y confundiendo a los ciudadanos. Han manipulado los datos. De lo que se trata es de que digan y expliquen qué piensan hacer con el informe del interventor sobre los contratos menores irregulares, que suman cantidades importantes. Ahora mismo tiene poco sentido hablar de hace seis o siete años, que es lo que ha hecho Reinicia en lugar de explicar cómo piensa resolver las irregularidades detectadas por el interventor en relación a varios contratos menores. Por no respetar, los radicales de Reinicia ni siquiera respetan la figura del interventor, un funcionario preparado cuya responsabilidad consiste precisamente en detectar todas las irregularidades económicas que puedan producirse en el Ayuntamiento de Sant Antoni. Por supuesto, los fanáticos de Reinicia saben mucho más que el interventor y de cualquiera que pueda cuestionar su forma de actuar.

Manipulación. Pero hay otro aspecto que conviene precisar. El Ayuntamiento de Sant Antoni pagó a este grupo de comunicación, concretamente a TEF, por unos programas de televisión que tienen un alto coste de producción, edición y emisión. Reinicia puede preguntar a cualquier productora qué cuesta realizar un programa de 30 minutos. Ese coste no es comparable a insertar un anuncio en un periódico. Por lo tanto, Reinicia intenta manipular comparando anuncios en prensa, con un coste de producción mínimo o nulo para el periódico, con un programa semanal en televisión. Comparar eso es, simplemente, desconocer la realidad y e intentar confundir a los ciudadanos.