El descenso del Real Mallorca a Segunda B provocará que la temporada que viene los aficionados al fútbol de la Islas disfruten de al menos cuatro equipos baleares, entre ellos el Formentera, en la categoría de bronce del balompié español. Una situación impensable hace apenas cinco años, cuando el equipo bermellón todavía tuteaba a los grandes equipos de Primera después de haber disputado la Champions League en la temporada 2001/2002 y el Formentera cruzaba es Freus cada quince días para enfrentarse a los equipos ibicencos de Regional.

Descenso a los infiernos. El equipo mallorquín ha descendido a los infiernos del fútbol tan solo cuatro años después de bajar a Segunda División tras más 16 temporadas en la élite futbolística nacional. Un duro golpe del que no será fácil levantarse pero que permitirá a los seguidores pitiusos vibrar con los duelos entre formenterenses y mallorquinistas en una categoría en la que también tiene opciones de jugar la próxima temporada la Peña Deportiva de Santa Eulària, que ahora están inmersa en pleno play off de ascenso y que quizás podría subir sin necesidad de derrotar en el terreno de juego a sus rivales ‘gracias’ al descenso del Mallorca. Sin embargo, y a la espera que se confirme esta carambola, que el Formentera haya ascendido a Segunda B por primera vez en su historia ya supone un auténtico exitazo para una isla del tamaño de la menor de las Pitiusas. Eso sí, si llegar ha sido duro, mantenerse resultará todavía más complicado, sobre todo a nivel económico.

A la espera del Ibiza. Mientras, los aficionados al fútbol de Vila deberán esperar una temporada más para ver a alguno de los cuatro equipos que lleva el nombre de la ciudad jugar en categoría nacional. No obstante, hoy parece difícil que el espíritu de Sa Deportiva resurja entre los ‘vileros’ y el estadio de Can Misses cuelgue el cartel de ‘no hay billetes’ en sus taquillas, como ocurría casi cada fin de semana en el campo de la calle Canarias o con el Ibiza de la década de los noventa en Segunda B.