El congreso del PSIB-PSOE ha evidenciado el control casi absoluto que mantiene su secretaria general, Francina Armengol, sobre todo el aparato del partido en Balears. En la convención no ha habido ninguna voz disonante o crítica sobre la estrategia de la formación, que, en opinión de su líder, tiene como principal reto revalidar el poder de la izquierda en los comicios autonómicos de 2019.Esta circunstancia supondría un hito sin precedentes. En todo caso, de lo que no cabe duda es de que el PSIB-PSOE trata de coger aire tras los últimos desastres electorales y volver a situarse en el eje de todas las fuerzas progresistas, aunque sea a costa de sus aliados más próximos.

Recuperar el liderazgo.
El aspecto más notable del congreso de los socialistas de Balears ha sido el cambio de orientación que quiere imponer Armengol al último tramo de la legislatura, centrado en la recuperación del liderazgo de la izquierda balear aprovechando la debilidad de los dos socios del Pacte: Més y Podemos. El PSIB-PSOE reclama el protagonismo de la izquierda de Balears frente al Partido Popular y el resto de formaciones de corte conservador, tarea en la que la rentabilidad de su gestión institucional a todos los niveles es básica. La coyuntura no puede ser más favorable a los intereses del PSIB-PSOE a tenor de las dificultades que atenazan a Més y Podemos, encallados en sus principales proyectos políticos y con no pocos problemas internos.

Fortaleza interna.
La exhibición de fortaleza interna que ha supuesto este congreso regional para Francina Armengol es uno de sus activos más importantes para encarar la nueva estrategia del PSIB-PSOE, dispuesto a recuperar mucho del terreno perdido en los útimos años, en especial en sus feudos más tradicionales. La apuesta no está exenta de riesgos, empezando por las suspicacias que puede generar entre sus actuales socios, que siempre serán imprescindibles para continuar en el poder. Una compleja ecuación por resolver.