El alcalde de Sant Antoni, Pep Tur ‘Cires’, ha decidido a través de un decreto que un juez decida qué ocurrió con las multas extraviadas del teniente de alcalde Pablo Valdés. Tras una supuesta investigación interna, anunciada por ‘Cires’ hace tres semanas, el alcalde de Sant Antoni ha decidido que sea un juez el que investigue qué ocurrió con unas multas que, casualmente, no fueron tramitadas por la Policía Local, escándalo desvelado por este periódico. Se trata, sin duda, de un nuevo episodio de un asunto turbio, extraño, y que difícilmente se puede atribuir a un error administrativo.

La influencia del PI. Esta decisión de acudir a los tribunales para aclarar qué ocurrió con las multas de Pablo Valdés se produce después de que el tripartito haya anunciado un acuerdo para mantener el gobierno hasta final de legislatura. Era un secreto a voces la incomodidad con la que ha vivido el Pi el escándalo de las multas de Pablo Valdés, al que responsabilizan de gran parte de la inestabilidad que vive el tripartito desde el inicio de la legislatura. En el PI no ocultan su malestar con la presencia de Valdés en el gobierno y no olvidan su intromisión en el tema de las terrazas, que a la postre provocó la dimisión de Juanjo Ferrer.

Buscar un cabeza de turco. Otra interpretación que se puede hacer de la decisión de denunciar el asunto a un juez es que el gobierno municipal sospeche que algún agente decidiese voluntariamente apartar las multas de Valdés para posteriormente denunciarlo. Es otra teoría que se ha manejado en el tripartito desde el primer día, con la intención de blindar, sobre todo, a Aída Alcaraz, responsable del área de Governació del tripartito. Esta es una posibilidad, pero que nadie olvide que Valdés fue multado el último día de marzo y hasta que este periódico no desveló el escándalo el edil no abonó las sanciones. Por lo tanto, Valdés sabía que le habían impuesto dos multas y no las pagó en un plazo razonable. Sea lo que sea, un juez deberá desvelar los interrogantes que el tripartito se ha esforzado en ocultar a la opinión pública. Y que llegue hasta el final.